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OLLANTAY
ftmdamentales del lenguaje y no puclieron penetrar lo oculto, 'ecre–
to que forman todo su mérito. Es tan difícil componer una obra sin
defecto como hacer una .pintura ab olutamente perfecta. Muchas hay
que
arreb;~tan
la vi ta y llenan de aclmiración, no
ienclo posible per–
suadirse que sean e as obras del arte
y
que el ingenio hunuwo pueda
llegar a tanta altura; ma ,
i son examinada en sus pequeños deta–
lles por un diestro artista, se descubren luego lo defecto quepa a–
ron inadvertido a la vista del autor.
Eso mi mo sucede con la lectura de ciertas obt·as científicas que
diariamente nos vienen a la mano . ¡Cuántos defecto no se hallan
en ellas ! El arte crítico tiene ojos de lince, y aunque no advierta la
viga que tiene por delante, nota empero la paja en el ojo ajeno. Serí:1
cosa muy acertada, que al dirigir nuestra vi ta a mirar lo ajeno, con–
virtié emos siquiera un ojo pa,ra mirarno a no otro
mi smo~>.
Como
sucede con la sang-re al pasar de la
ístole a la, di<ístole que cambia
ele color y fuerza, así pasa a las obra. científicas cuando e tocan por
mano ajena; pues, de ol'iginale. que fueron, se muda,n en plagio . A í
sucedió al drama
Ollantwy,
remaniaclo, por hablar en francé , de mu–
chos qne no entenilían iquiera la lengua, y que fué por ello - llenado
de error
, ya lingiiístico , ya o-¡·amatica..le . Pero dejando aparte
hb
paja qu
ubl' , v, mo al gt•ano.
El dr,
a
Ollmttwy
ftté pu.blicado por von T chucli en la lengua
kjéchua si
tracl
ción; pero Bat'ran<l , en
1
6 , le tmclujo al ca te-
Han@,
· i n f'né pu
ta en alemán
J>O •
el mismo Tschucli, y
deRpu
radncida al inglé· por
l\'la~kham,
poniendo a su frente otro
texto diferente ·in ni iquiera apercibirse de la cliver idacl de los do
texto · lo cual hace conocer que aquello era un trabajo maquinal o
automático
in aber lo que e cribía· trabajo que cualqui r caji ta
hubiera hecho mejor, pues ignoraba la lengua por compl to. ¡Cuán–
to imitadores ha tenido Markham que llevado del prurito de pare–
cer ,abio en el mundo, se meten a, e cribir obre mat ria que no
comprenden !
Po teriormente arra co pu o en ver o la traducción de Barranca
in
miramiento al texto
kjéch~a;
pue , no abía con perl' cción la
lengua, lo cual fné can a ele lo muchos errore · con qu
llenaron su
e crito , . egún lo ha notado el efio r don Gabino P acheco Zegarra,
cuzqueño en u traducción france a,
iguienclo el texto
riginal ue
la biblioteca dominicana el
1
uzco que
con ervó n la qoricancha
o templo del ol. Pero lo que ll ama má .la at n ·ión y que !Ja moti–
Yacio nue tra traducción con la nota corr pondiente ,
que don