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OLLAN'fAY
kjéchua en su genitivo, así:
ta7chcmct1J 1octwan
llaman a la mano del
mortero, esto es, hijo del mortero, que es un verdadero hebraísmo;
pues, en hebreo se llama hija del árbol una rama o pimpollo; pero de
esto hablaré en otra parte.
De lo dicho resulta, que de los cinco traductores, incluso don Ga–
bino Pacheco Zegarra, y por la crítica que este último hace de ellos,
ning·uno comprendió eiel'tos pasajes más difícile , y de consig·uiente
ninguna traducción fné completa por estas dos can as :
la
por falta
de un texto conecto para aquellos que entienden bien la lengua; 2"
es la poca pericia ele algunos aficionados que se meten a maestros sin
haber primero aprendido lo suficiente.
Confieso ingenuamente que no he visto otro texto fuera del impre o
en Parí. (1878) por don Gabino Pacheco, y que fué por él mismo tra–
ducido al francés, pero en un modo tan libre que deja muy obsmuo
o sin traducir los pasajes más difíciles, pareciendo má bien una gíosa
que una fiel traducción; pues, se aparta clema iaclo del texto literal
en varios puntos y no satisface los deseos de los filólogos que buscan
má el grano que la paja, y se aborean ele la ub taucia ele preciando
la cá cara, esto es, prefieren sentir el abor ele las letra· m
á·
que per–
cibí· lo adornos ele la retórica y literatUl)á.
Por e
ta
áZo e
y
p<)r lo que clir en u lu'gar, consta que el texto
de don
<!Pa
ino
1 ,
egene¡¡a<ilo en u es ;ritura
y
que es diferente del
ver adero o '!!i.nal kjécht'la· pue , fué -remaneado o amoldado a la
corrup
~la
de
1
e critura y
p;ro
un<)iacjóú vici,.o'\da ele los khuzqueüo
castellíillizatlo . Yo
segp.ir~dicho texto coh la ortog-rafía
y
ortología
propia ele la lengua egún mi alfabeto, que es más completo y má
verdadero, pues, corresponde perfectamente a la letra radicales
bebreo-kjéchuas de que procede.
En é te, pue , aunque remendado con el texto ele T chucli, be
notado algunos errore , tanto en el nuevo alfabeto inventado por
don Gabino Pacheco, como en la versión del original, y a pesar de la
autoridad de un kbuzqueiio y respetuoso crédito que infunde su peri–
cia en la lengua materna, he tenido que corregir o reformar vario
puntos; v. gr.: página 137 dice que la
n
es caracterí tica de nomina–
tivo; pero e ta regla no tiene ino cuanclo la
no
nominativo es de
tercera per ona y e puede traducir por
el
o
suyo
j
pue , iendo la
n
caracterí tica de la tercera per ona en el verbo, lo e también en lo
nombre ; a
í
e dirá bien
?'unwn,
el hombre o el indio ·
incan,
el inca
o el rey · pero i digo
ntnan cani,
yo oy el hombre, yo oy el indio.
digo un di parate; pue
yo
no es el
ni
aquel;
chu1·in,
dice, l hijo o u