MIGUEL ÁNGEL
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I
XV
paJabra. o vocablo consta de sonidos representados por letras; toda
letra tiene en el leng-uaje humano un sentido propio, absolutamente
uyo como las diez cifras aritméticas tienen un valor preciso.
¡,
Ouá.ntas son las letra
'1
No son ni pueden ser más que diez en to·
dos los lenguajes. Todas las demás que se u an en los diferentes icHo–
mas, no on más que V<triantes fónicas o letras rlobles. Las letras fun–
damentales, on éstas; tre vocales simple ;
e~,
i,
1~,
y siete consonan–
tes;
e,
l,
m,
n, ·r, s,
t,
cuya Rignificaciónideológ-ica corresponde a diez
categorías o definicione generales, que son: A, exten ión; I, atin–
gencia.; U, substancia; O, existencia; L, sutileza; M, unión; N, enti–
dad; R, división; S, volumen; T, jlmta.
A éstas e reducen todas las demá letras; como
e=
ai;
o=
au,
y
así quedan formadas las cinco vocales. De la
11
provienen la
b,
p,
v,
/,
y;
la
q
= cu; laf= ve, etc.
Con estas diez letras fundamentaJes se forman las raíces de las pa–
labras. Toda raíz debe constar necf'sariamente de tre let1a , qne me–
tafóricamente se consideran así; la primera es la que engendra; la
segunda es el medio donde se eno·endra y la tercera es el producto.
En cuanto a las vocales, es necesario dintinguir las letra ftmdamen–
tales ele las mociones qn
a(~a,
tienen
~ue
ver on la rafee . :Por
tanto, donde aparent m te ,
1
e alguno de estos fac ore ténga e
por seguro que está sobreente lido o up)ido e ,
lgu.qal'ma, y es
preciso buscarlo, porqu n_o p ele faltar. iEste punto, como e ve, está
íntimamente ligado
C9J!
la g ·amá lea e e l*s
'en<>·u~
m,íticas, cuyo
conocimiento e de gran utilidad en esta materia. Una palabra puede
contener en sí varias raíces, en cuyo caso estas se llaman
compu.estas
y llevan consigo más ideas que morlifican el eutido de la raíz prin–
cipal.
Según esta doctrina, la palabra sería, pue , la definición de lasco as
y no ya la expresión de la
idea
que de esas cosas nos formamos. Las pa–
labras no sólo son la expresión de la imagen material tle Jos objetos
externos cuya idea conservamos formada en nue tra imagínación des–
de la infancia, siuo que, además, son la expresión de las relaciones
fí–
sicas que existen en las mismas cosas. Las ideas e representan por
nombres; los nombres se forman con letras propias y contienen en sí
como la potencia de los factores con la ecuación. Estos factores on
las relaciones
f1
ica que di tingllen Jos objetos o las acciones según
sus varias cualidades y modificacione y con tituyen los elementos
del discurso que son las diez letras citadas con las ideas que repre–
sentan. Al estudio
y
exposición de estas relaciones físicas dedicó