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OLLAN'l'AY
y Volney, Letellier y La.touche, no sólo defendieron la, idea del idio·
ma universal, . ino que publicaron al guno proyecto que no tuvieron
éxito alguno.
En
Espa.ñadebatíase con calor este tema, por lo días en que el
padre 1ossi se hallaba en Madrid. Acostumbraba éste a frecuenta.r
la casa del señor don Bonifacio Soto Ochanclo, autor también ele un
proyecto de lengua cosmopolita, que había sido elogio amente con i·
derado en la Socieda.d lingüi ta france a. Ilabía conseg·uido el eñor
Sotos Ocllando interesar a su favor a la corte constituyentes de
1855; el catedrático de la Universichtd central ele Madrid, doctor Pe·
dro l\fata, di ctó en el Ateneo, un cur o obre idioma universal con·
forme al plan de Sotos Ochando; habíase fundado
la
Academia
lla·
macla
de la lenguct 1miver8al,
que trabajaba con empeño digno ele
mejor causa, y el e la que el padre l\1ossi fué ocio honorario; Lope
Gisbert publicaba el
Boletín de la
soeiedc~d
de lct leng1ta 1miversal,
pero, a pe ar de todos
~)Sto
e fuerzo , y aun de haber dado carác·
ter, ha sta cierto punto, patriótico a la empre a, la invención i!e So·
tos Ocll ando no tuvo éxito, y no poca parte del fraca o de esta inven·
ción ha de atribuirse al padre Mo si, que la combatió, aunque con su
aco tumbrada morlestia, no quiera confe a,T]o ·
«..,
tando- dice,–
il'
don Bonifa io
bto
OéJ,ando, año de
l8G4,
o
rlon Pedro
!faJtra,
taba ya pesaro o de las
u' prmmnció en lAten
ó
el año 61 , y casi conven·
ciclo de l< in
dan le ,:n prol?ag·anua; qúizA la
Olave ctnnónicct,
que
se estampó e11 aq twllos
ilílls,
habrá quitado de u · ojo
alguna cata·
rata que le imp dían ver con claridad lo que hay de positivo en la
lenguas llecha , como e dice, por hombre rudos e ignorantes de tan·
ta filo ofia cual e pide para formar una lengua universal >> (').
on estas di cusione ' alternaba lo e 'tudio, que
1
e habían llevado
a la capital de E pafia, ha ta que creyó concluída su mi. ión allí, y
m1a vez ordenados los materiale que había podido recoger, pasó
a,
Italia, dond
la familia le retuvo obli gándol e a toma r un pequeño
pero merecido de can o que él aprovechó para ge t iom:r u eculari·
zación omo acerdote
paránclo e de la congregación a que perte–
n cía. U n año, no má
e tuvo en u patria, y al cabo d e te tiempo,
su afición a la lengua
americana le trajeron otra v z a Sud Amé·
rica adonde vino acompañado de
tL
hermana, llonorina Mo. i, el
ailo 1 70 para incorporar e definitivamente al clero ameri ·ano, de··
(')
Tralmlo .fisiolÓ(lit o
!J
psirolúuico de la forlluteiún del lenutwje,
capítulo
I.