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OLLANTAY
admiración de los hombres doctos. ;pero la que, sobre todas, excitaba
sus entusiasmos fué la lengua quichua, de la que llegó a decir que era
<< la lengu2. má perfecta, la, m{ts armoniosa, la más elegante, de cuan–
ta e conocen>>. Fruto de esto:s us primero estudios lingüísticos fué
la primera.
Grannática qnich1ta,
que, a su s expen as, hizo publicar en
una modestísima imprenta de Sucre, cuya impresión había de resen–
tirse necesariamente de la deficiencia del material tipográfico, y aun
de no haber profundizado bastante el autor en el estudio del idioma,
y buena prueba de ello es que más adelante corrigió y rectificó a lgu–
na ele la afirmaciones que hizo en e ta su primera
G-l·amática
(').
Entregado ya con toda lapa ión de su alma veh emente y entusi.'tsta
al e tudio de las lengua americanas, pa ó en
1854
a
Salta, donde
estuvo do. año en el valle Oalchaquí (' ).
En
1856
•uelve otra vez
a
Bolivia
y
recorre la comarca de Poto–
sí, Ohayanta y Tupiza, siempre en bu ca de materiales para el estu–
dio de su lengua predilecta, pero sin olvidar ni de atender el ejercicio
tle su ministerio apostóUco. Tra ladado nuevamente a Sucre, invierte
cuatro años en ordenar
u
copio o materiallingili tico, dando a la im–
prenta.;
r
..>
1,
e
'Ensayo. obre las excelencias
y
pe1jecciones del id.ionut
qniclma
·
e
1853,
la
Ciare
ann~nica
e ncorclaneia: de los icliomas,
en
ás adelan , acómete- lós má intrincados y
u""-~'''~.,..~a
filol gía· -en
1
60
11
primer
I>iccionwrio
u abor filológ1 a
~r
lingüí t ica, aun no
.'u o ra. En el camuo e
a.
ciencia, las verdades,
e e.1abona.n. Una duda arrastra otra; un de cubri-
(') En el aüo 1 92 escrib!n el padre Mossi al seüor Lnfono Quevedo :
«
En mi pri–
mera grruuática horre todo lo que cscrib! de las letras
~-
para mnyor olaridn<l le daré
este t1lfahoto do transcripción ,·crdttdura •; sigue el alfabeto bcbrco-kjécbun que en
o tro lugur clo
C!!t<~
\TOlumcn
se
llttblica..
uando
PI padre
Mosbi escribi6
s u
Orctmática
ele la lcnyua !Jencral del Perú
llcunada. co,nr(nmcnlc
qniclnu,,
no hn.bín iniciado aún
'" e tudins •obre nfinidndcs kjéchua-hehrea , y por eso el t1hcccdnrio que nc pt6 fné
el cnstellano, siguiendo el ejemplo de Gnrcila•o y del doctor
Ct<l'los
F<•lipc Beltrún en
·u
.Doctl"inct rrislianct.
t')
Eu el valle calchnqu! de nltn uo se b"blt1 el qtúclnm mú• qne por los escasos
nrriero~
r1uo
hacen
el tráfico con Bolivia. Otros lengua!i inclígenn s son
cat-i
en absoluto
deocouoeitlns. Po•ihlcmento el padre :Uo i ir!n bnscaudo algún
vc<ti~io
de la
1
·ngua
cacuun quo autiguamcntc se hnbl6 en aquello• lngnr s y que hoy hll desn par cido. El
¡mllrc
Tc·cho
en ¡:;u
llisloria de lct prorincia paraguaya de la contpaiiía de
JcstÍB.
dico,
aunque no bn podido comprobnr•e, que el padre Bárccna predicó en en ·an a los Clll–
chn<iUÍC~
y
que
e~crihió
una grnmíiticn
y
un YOcahulario de este
idiomu,
que
también
desaparecieron.
Alguno~
arqueólogos creen que el (•ncím
~cría
el mi::;mo atncumeUo.