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OLLAN1'AY
Los filólogos europeo preocupábanse también ele dilucidar e ta
ene tión, aunque apartándose del camino seguido por el padre Mo si,
lo que les valió severas crítica ele éste. <<Ni el sistema de alitrracióu
de For ter, -
decía -
ni la gr;wedacl ele Grimm, ni la mediana ana–
logía de Bopp, pueden probar cosa alguna al objeto de hacer deriva1·
una lengua de otra ino admitiendo que todas ellas no on ino una
sola no aliterada , sino alterada (').
«He recibido ele Italia -
escribía en otra ocasión (' ), -
una gra–
mática la tina por el doctor Pozzi estampada en Turín en lengua ita–
liana que no lleva otro objeto ino recopilar todos los trabajo que
han hecho lo alemane
obre la lengua indoeuropea desde cincuenta
años a e taparte
y
toda la hi toria ele las diferentes fase: por la que
pa óla lengua latina desde
ab initio
entre lo umbro , o cos y lo que
se llamaban latino propiamente, y no he hallado nada de nuevo sino
tma confirmación de lo que he dejado escrito en mi
Tratad.o...
«He recibido también otro libro del eñor Barzilai, judío, impreso
en Trieste, sobre la ideografía de la escritura y lengua l1 ebraica,
creando un nuevo sistema para expli car el alfabeto y formación de la s
raíces; 11ero aunque su teoría e muy brillante y profunda, no ha al–
canzado
la
ute.
«
8-istem
rle Bar
iflli.
-La1
nguá
b brea fué dada a Adán
y
Eva
por Di s en
1,
cr ación. El alfab
t
o escritttra hebraica es obra de
los ho hres e n ru.entes
y
nuy perito de la leng·ua, eligiendo la for–
ma de' la le ,
j
u nom L'e
conforn~e
a sn emblema o paradigma, con
aquel on en de prog-resión que correspo ele a un plano bien dispuesto,
como digamos, g·eroglífico exprimen te un si tema filo. ófico-económico–
político, etc. La raíces con u verdadera significación son muy bien
aplicada por Fur t, en alemán
y
en italiano; pue Furst en un famo–
' O
hebraizante
y
m alegro ele poseerlo.
« De pué de la iguificación propia hebrea v. gr. : de alto
y
bajo;
delgado
y
grne o; atar y de atar; abrir y cerr:w, que on una antíte-
ulguna corre!<;ponden(
1
Ítl,
cnvi61c para quo se lo
intCI1ll'
~tarn.,
uu
~erm6u
en idioma
abip6n, que el
p~ture
Argnñurnz tuvo que dejar por indescür1>blo.
u famosa clave
frncns6 por completo, con lo que '' ino a tlemostrat e que sólo serv!a para intcrprotar...
lo quo ya estaba interpretado.
omo inventor de
m1
sistema,
110
¡ludo
subsh·nerse nl
s ntimiento
nn.turnl
de creer
c¡ue su invención era superior " las demú•. Uoblando del padre Mos•i, dcc!a que a¡Je–
nas hnb!a le!clo ulgo suyo, }let·o que lo tmcontruba demn iado empírico.
(') Carta
al
,eñor Lnfono Quevedo, 17 de enero de 1 89.
(•) Curta al Reñor Lnfone Que,- do, 14 de junio de H!
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