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LXXXII -
la pureza de María antes de la Enearuación del Verbo
divino ;
Mater iuviolata,
canta el milagro por el cual
el Verbo se bizo carne.sin violar la virginidad do María;
y en fin,
~fater
intemerata
predica que el cuerpo do
María, este T emplo sacrosanto del E°iipíritn Santo, no
fué profanado tampoco después del nacimiento del divino
Salvador, sino que resplandeció en hermosura virginª l
hasta su gloriosa asunción á los cielos.
.Antes del parto, en el parto y después clel parto
llfaría permaneció virgen purí ima; y por su pureza
resplandece, de consiguiente,
m~í
que todos los a.otos.
Esta pureza comunica á la maternidad de María cierta
inexplicable delicadeza, una hermosura sobrenatural
.é
incomparablemente mayor que la de los ángeles; por
esta hermosura, pues, se hace amable la Madre de
Dios -
fater
amabilis - .
Á.
primera vista se podría
pensar que la bondad
y
clemencia de la Madre la hacen
amable, mas esta bondad
y
clemencia maternales se
expresan en la invocación "Virgo clemeus". Pues aun–
que la bondad es siempre cualidad natural de una
· madre, las Letanías Lauretanas no quieren alabar en
María lo que es solamente natural, sino más bien lo
que e extraord!nario, milagroso y sobrenatural. Y
sobrenaturales son la gloria
y
hermosura virginales de
la Madre y obrenatnral es también la bondad maternal
de la Virgen ; luego en este sentido se predica aquí
la amabilidad de la Madre
y
después la clemencia de
la Virgen.
La unión de la absoluta virginidad con la mater–
nidad es única en María, pue es inaudito que nna