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diVino. Por la Encarnación se hizo efectiva en María
la
maternidad divina. Así es que en la Virgen hay
una dignidad maternal antes de la Encarnación del
Verbo divino.
María es pues Virgen venerable, y de consiguieute
es también
Virgo 1n•::cdicamla
y
la " llamarán bien–
aveuturada todas las generaciones". En efecto, a
i
como
la heroína Judit venció
á
Holofernes; así Maria, en
cuanto es Madre de Dios, ha destruído el reino del
pecado y por esto es digna de loor; porque el heroísmo,
fruto de la virtud cardinal de la fortaleza, es laudable.
Prueba de la fortaleza de María es el heroísmo con
que estuvo junto á la cruz de su Hijo.
Mientras, pues, lo títulos "Virgen prudentísima,
venerable, lautlable" celebran la santidad interior de la
Esposa del Espíritu Santo y manifiestan la cuatro vir–
tudes cardinales de María:
la
prudencia, justicia, tem–
planza y fortaleza, como lo hemo indicado brevemente ;
los tres títulos siguientes ensalzan la grandeza de las
obras exteriores de la Virgen maternal
y
celeste.
Eu ·efecto l\laría tiene ante todo gran poder delante
de Dios por haber correspondido siempre fielmente
:í
las gracias recibidas ; es por tanto
Virgo poteus,
la
Virgen poderosa. Además es madre del Criador
y
Sal–
vador ; y su Hijo, la divina gracia misma, no puede,
por piedad filial, negar nada
á
las súplica de su
madre; cuanto más que María,
á
causa de su santidad,
no quiere
y .
pide otra cosa sino tan sólo lo qué es
según las intenciones
y
deseos de su Hijo. En fin, la
dnlznrn con que pide la Virgen purísima encanta
:;
..
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