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LXXXV -

diVino. Por la Encarnación se hizo efectiva en María

la

maternidad divina. Así es que en la Virgen hay

una dignidad maternal antes de la Encarnación del

Verbo divino.

María es pues Virgen venerable, y de consiguieute

es también

Virgo 1n•::cdicamla

y

la " llamarán bien–

aveuturada todas las generaciones". En efecto, a

i

como

la heroína Judit venció

á

Holofernes; así Maria, en

cuanto es Madre de Dios, ha destruído el reino del

pecado y por esto es digna de loor; porque el heroísmo,

fruto de la virtud cardinal de la fortaleza, es laudable.

Prueba de la fortaleza de María es el heroísmo con

que estuvo junto á la cruz de su Hijo.

Mientras, pues, lo títulos "Virgen prudentísima,

venerable, lautlable" celebran la santidad interior de la

Esposa del Espíritu Santo y manifiestan la cuatro vir–

tudes cardinales de María:

la

prudencia, justicia, tem–

planza y fortaleza, como lo hemo indicado brevemente ;

los tres títulos siguientes ensalzan la grandeza de las

obras exteriores de la Virgen maternal

y

celeste.

Eu ·efecto l\laría tiene ante todo gran poder delante

de Dios por haber correspondido siempre fielmente

las gracias recibidas ; es por tanto

Virgo poteus,

la

Virgen poderosa. Además es madre del Criador

y

Sal–

vador ; y su Hijo, la divina gracia misma, no puede,

por piedad filial, negar nada

á

las súplica de su

madre; cuanto más que María,

á

causa de su santidad,

no quiere

y .

pide otra cosa sino tan sólo lo qué es

según las intenciones

y

deseos de su Hijo. En fin, la

dnlznrn con que pide la Virgen purísima encanta

:;

..

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