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Divino, después de la
En-1
manta aichata apashcaman–
carnaci6u, en las purísimas
ta, JJiariapac llumpac-ima–
eutraiias de María. Ésta
nalla hidcsapi causashca-
cuando se trató de conceder
á
San Alfonso de Liguori el
título de Doctor Ecclesire, en una solicitud fümada por se–
tenta y seis obispos, se enumera entre otros méritos del auto,
"quod adstruit multisque argumentis probat doctrinam, hodio
a theologis cornmuniter receptam, scilicet Beatissimam Vir–
ginem a Deo constitutam fuisse omnium gratiarmn thesau–
rariam et dispensatricem, seu omnes quas a Deo accipimus
gratias, nobis concedi per eius intercessionem et interventum."
(Acta eoneess. tít. Doctoris in hon. S. Alphonsi, Romre 1870,
p.
27.)
Del ministerio Mariano ele dispensar las gracias
á
la
Iglesia y
á
los individuos trata la segunda parte de las Leta–
nías Lauretanas, especificando los diferentes modos como
M>iría administra las divinas gracias. En efecto, María dis–
pensa las gracias,
1?
por el ejemplo que nos da (Speculum
iustitire): en la
fe
(Vas spirituale},
e~peranza
(Vas honorabile},
y caridad para con Dios (Vas insigne devotionis)
y
para con
el prójimo (Rosa mystica); pues aunque todos los buenos
ejemplos atraen, mientras las palabras conmueven solamente,
el ejemplo de María arrebata por la grncia y gusto espiritual
que ella participa
á
los que se ponen bajo su amparo y
siguen su bandera: principalmente el ejemplo de la Virgen
purísima ba inspirado siempre
é
inspira todavía
á
las almas
virginales, en las claustros
y
fuera ele ellos, un heroísmo
·que las ha hecho emprender y ejecutar obras graneles
para la gloria de Dios
y
la salvación ele las almas, como
lo demuestra la historia eclesiástica. Del ejemplo que
María da
á
los fieles hemos tratado arriba en la explica-
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