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de haber muerto Jesucristo
cu.nainanta huiñaehishca uc–
en la cruz, fué bajado de
mt-aieha eru.xmanta wraya–
ella su cuerpo que había
chislwa, JJfaríapae rigraeu–
sido sacrificado
á
Dios P a-
napi ehurashca earca; ehas–
dre,
y
pue to en brazos de
na JJJaría Santí ima Jesu.–
María ; a í, María ha reci-
eristopae tueui alli rnra
li–
bido todas las gracias que
eaewnata, graeiaeunato.eltas–
Jesucristo mereció, para dis-
quishco111ii, paiewnata santa
tribuirlas por medio de la
Iglesiamanta, saeerdoteeuna–
lglesia
á
los hombres.
manta rwnaeitn011nan cltas-
quiehingapac.
Comunicando María
á
los
JJfaría graeiata, Dios-
horobres la gracia, esto es,
pae caitSaita runaeunaman
Ja vida sobrenatural, los
ehasquiehishpa, paieunata
reengendra para Dios; de
Diospae eutin paeariehin–
esta manera nos hacemos
tae;
sltinaea JJ.Ja1-íapae
hijos espirituales de Maríal.
shungu huahuacuna tiwun-
chie
1.
L
AuG., De virg. c. 5-6: "Ma.ria mater spiritu est ..
membrorum Christi, quod nos sumus, quia operata cst cari–
tate, ut firleles ju ecclesia nascerentur, qure illius capitis
membra sunt." - Que los cristianos son hijos de María, no
por adopción sino por una verdadera generación, no corpórea
sino espiritnal, lo mmiifiesLa claramente elApoc.12,17: "·.. cum
reliquis de seminc eius (mulieris amictre solc, scilicct l\farire),
quj custodiunt mandata Dei, et habent testimonium Iesu
Cbristi." Pues precede Apoc. 12, 5: "Et peperit (mulier
amicta sole) filium masculum"; luego J esucristo es el Primo–
génito de María (l\fatth. 1, 25. Luc. 2, 7).
y
los fieles son sus
hijos espirituales
y
hermanos de J esucristo (Rom. 8, 29).