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¿Cómo está María llena h nashina María Santí-
de gracia? Mirad, herma- ima graciahuan jwndashca
nos : Nosotros y todos los canchu? Ricuichic, huau–
hombres nacemos si.u la quicwna: ñucanchic, tucui
gracia santificante, por esto 1'U1uic1tna, mana gracia san–
no somos santos y buenos, tificantehuan, mana altichic
sino pecadores ; pues en el yanuupaihuan pacarinnit11r
pecado de nuestros prime- chic; chaimanita mana alii,
ros padres, Adán y Eva, mana santo canchicchu, ya–
han pecado todos los hom- llinrac juchayuc11vi canichic;
bres y tienen manchadas ñaupac yaya mama .A.dan
sus almas. Éste se llama EJvahuan j uchallicpi tucui
el pecado original, con el runacuna ari al11uipi mapa–
cua1 nacemos todos ; mas yachislwa cancuna, j ucha–
en el Bauti roo Dios nos lli hcacuna. Cai jucha sa–
lava de este pecado y nos 71iyac jucha, pacarina jur
comunica la gracia santi- cha,pecado original ninchi<¿;
y por la renovación frecuente de la unión con J esús por
medio de la Eucari tía. También se aumentó en María la
gracia ex oper e ope ranti s, es decir, por los merecimien–
tos de los actos de virtud que ejercitaba continuamente en
su larga vida, con·espondiendo con la mayor fidelidad á los
impulsos de las sobrcabundantes gracias actuales, de modo
que la santidad de María sobrepuja á toda idea que de ella
puede concebirse. in embargo, es falso decir que la pleni–
tud de gracia en María ha sido infinita en sentido absoluto;
más bien es preciso admitir que está en relación con la
plenitud de Ja· gracia en Cristo, como la de la aurora
con la luz del sol ó como el agua de un canal con la del
océano.
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