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CXX.'\:V
al Santísimo Sacramento, al Dios-Hombre que vive
misteriosamente entre nosotros sobre los altares.
Los otros catorce cánticos se agrupan en·orden al–
reuedor del Ynpaichishca Sacramento, como las verda–
des de la religión convergen á su centro, es decir,
;í
los misterios de la Santísima Trinidad y de la Reden–
ción. Un vistazo sobre estos cánticos haní conocer el
objeto y fin de ellos; por eso diremos solamente una
palabra acerca de uno que otro himno.
Tradujimos al quichua el Veni Creator Spiritus ,
para que los indios conozcan más al Espíritu Santo y
sus obras. Este himno tan elevado como dogmático
necesitaría de una explicación expresa en el Vademé–
cum, pero la extensión de la obrita no lo permite ; siu
embargo lo hemos explanado en varias partes de una
manera implícita, principalmente en el artículo "¿Cuánto
tiempo permanece el Espíritu Santo, dispensador de la
gracia, en el alma del justo?" Advertimos tan sólo
que, seg1ín San Gregorio Magno (Hom.
10,
l.
1,
in
Ezech.), "Digitus paternre dexterro" es el Espíritu _Santo
por sus siete dones. Para evitar ideas antropomórficas
hemos traducido Digitus paternre clexter::c, e.n Yayapac
alli chic.
El himno Te sp lendor contiene al principio la
doctrina católica sobre los santos ángeles en general
y
nos representa en seguida ·al arcángel San Miguel
como j efe de la milicia celestial
y
patrón de la Iglesia,
describe su -combate con los ángeles rebeldes y nos
anima á seguir al príncipe San l\liguel contra el jefe
orgulloso por eminencia ó sea el demonio. - Explicando
,.- --··
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