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El heresiarca Arrio propagó su herejía por versos
que hacía cantar al pueblo. Para contrapesar este mal
compuso an Gregorio ·Nacianceno ver o heroicos, y:im–
bicos y todo linaje de metro en que e explicaban la
verdades de la fe y moral católica.
i bien hemo
agregado mucho
,¡
L as Preguntas para formar un
cate~
cismo, éste ha quedado sin embargo in uficiente, por–
que muchas verdiides religiosas de importancia e bin
apenas eu él indicadas.
Imitando, pues, á Sau G1'e–
gorio, J1emos aüa<lido quince cáutfoos, p:tr:i per–
feccionar el cateci mo.
Porque, al paso que lo
c:inticos graban con mayor facilidad en l:i mente las
verdades religiosa , "dau también mayor nutrimiento :i
la devoción, ennoblecen
:í
lo indio y elevan u cora–
zón
:i
Dios. - Fuera de unos poco cántico , que exi -
tíau ya en quichua y se cantaban entre los indio , la
mayor parte de ellos on traduccione de himno de la
Iglesia. En efecto, qui imoa más bien trnducir al quichna
poesía litúrgicas que componer propias, porque los
himnos de
la
Iglesia son por lo regular eonei o en las
éxpre iones y substanciosos en el contenido ;
<i
veces
una sola esh"ofa contiene toda una serie de verdade
dogmática , morales y mí ticas, mientras que los parti–
culares expre an en la mayor parte de u poe ías
religio as los pcn amientos de naa manera muy difu a.
El primero de lo quince cánticos, el Yupaichi hca
Sacram nto, puede er con ideraclo como .profesión de
fe en el mi terio de la antí ima 'l'rinidad, n el de la
Redención y en la prerrogativas de la antí ima Viro-en.
En la primera e"trofa e aluda ingenio a y tiernamente
"
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