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CXX IX -
El mejor modo de explicar
é
ilustrar las ver–
<lades <le la religión, es conducir el entendimiento
á
la
inteligencia de ellas, por me<lio de la Historia
Sagrada.. Hay tres métodos para enseiíar la Histo–
ria Sagrada
y
servirse de ella Jlara la explicación
del catecismo.
El primero consiste en que se cuente
sencilJamente el hecho histórico ó el modo como se hizo
una revelación ó iustitución; p. ej . : para explicar el
misterio de la sagrada Eucaristía, se cuenta la historia
de la última Cena y cómo Nuestro Señor instituyó el
Santísimo Sacramento; ó se expone históricamente los
motivo que e tiene para observar algún mandamiento:
así en la explicación del primer mandamiento, para
probar que se debe amar
á
Dios sobre todas las cosas,
se narra cómo esto mismo Dios por amor
á
nosotros
ha criado
y
redimido el mundo ; ó también se puede
indicar el origen de un mandato de que se quiere tratar,
p. ej.: para explanar el tercer mandamiento, antificar
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a s fi estas, se cuenta cómo Dios crió en seis dias el
mundo
y
el séptimo descansó; así, pue , debemos des–
cansar también nosotros los domingos, etc.
El segundo método con i te en que se propone
primero las verdades religiosas
y
en seguida se agrega
el hecho respectivo de la Historia Sagrada.
El tercero es ense1iar la Hi toria Sagrada separada–
mente del catecismo. Esto se puede hacer solamente
'cuando la enseííanza primaria se
extien.depor un espacio
de unos 6
á
7 a1ios;
y
aun en esta suposición ósea cuando
se en eiia nparte la Historia Sagrada, es preciso recnrrir
á
ella continuamente en la explicación del catecismo.