CCLIX
Quina
Dejando
á
los naturalistas el a ·eriguar si hay '
no en Centro-América verdaderas
ckinchona
, pas
á
proponer una etimología de la voz
quina,
etimolo–
gía que demuestra que fueron los quichés quien
bautizaron esa planta maravillosa, ó mejor dich
que constituye una nueva prueba de que los botáni–
des bajaron hasta la región meridional de la qui–
nas.
(1.)
La voz
qu·ina
es contracción de
quiºnquina,
que
en quichua significa "cáscara'?, y
qitz'nquina
e
un
compuesto de tres palabras quichés:
qui·m="yerba del campo";
qui·="mucho,
muy",
y
na="sabio, maravilloso, mágico".
Por tanto:
quin+quz+na=
"yerba ó planta muy
maravillosa".
Como de esta planta lo que se aprovecha princi–
palmente es la
cáscara,
con el
tiempo el vocablo
q timqui·na
tomó esa acepción en la lengua quichua.
Análogo orígen deben tener los vocablos
quinuar,
quiºnua, quiºnua-quiºnua,
&, &,
con que se conocen
ciertas plantas de la parte boreal de la América del
Sur: el
quiºnuar
es, según M. Carrey, el
polylepis
racemosa,
cuyo follaje triste y sombrío ocupa gran–
des espacios; Ja
quinua
.es el
chenopodiºum qitúioa,
(1.) Los Doctores Méndez, Fernández, González
y
Guzmán es–
tán de acuerdo en que no hay en El Salvador
verd~deras
quinas.
Es
en los bosques del Perú,
y
países vecinos, donde se encuentra la legí–
tima
Chinchona calisaya.