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DE LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA

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ligeros, no es mi razón, dijo el anciano Alain

.m~rando

á Godofredo; procuro explicarle

á

usted la manera

cómo llegué á obrar como obran la mayor parte de

los hombres, ó sea al azar y despreciando las reglas

que hasta los salvajes observan en las cosas más in–

significantes. Mucha gente habría que procurarla jus–

tificarse apoyándose en un hombre grave como Bor–

dín; pero hoy- no encuentro excusa posible para mí.

Cuando se trata de condenar á uno de nuestros seme–

jantes negándoles para siempre nuestra estimación,

sólo puede uno atenerse á sí mismo, ¡y aun asíl .. . (De–

bemos nosotros hacer de nuestro corazón un tribunal ,

ante el cual podamos citar á nuestro prójimo? (Dónde

esta'i'Ja, pues, la

ley~

(Cuál sería nuestro medio de

apres:iación? (Conque lo que en nosotros es debilidad

no sería fuerza en el vecino? Existen tantos seres y

son tantas las diferentes circunstaneias de cada hecho,

que no hay dos accidentes semejantes en la humani–

dád. La sociedad es la única que tiene derecho de

reprensión sobre sus miembros, pues el de castigo

se lo disputo. Basta con la reprensión, y aun ésta

lleva consigo bastantes crueldades. Escuchando, pues,

los dichos de un parisiense y admirando el juicio de

un antiguo principal, condené al fin á Mongenod,

repuso Alain continuando su historia, después de

haber sacado de ella esta sublime euseñanza. Se

anunciaron

Los Peruanos.

Esperé recibir de Monge–

nod entradas para la primera representación: yo me

concedía una especie de superioridad sobre él. Con–

siderando el préstamo, mi amigo me parecía una es–

pecie de vasallo que, además de los intereses de mi

dinero, me debía una multitud de cosas. ¡Todos obra–

mos asíl Mongenod, no sólo no me envió entradas.,.

sino que, habiéndole visto yo un día en el pasaje obs–

curo hecho en el teatro de Feydeau bien vestido, casi

elegante, fingió que no me había-visto,

y

cuando

p;:~só

delante de mí, cuando me vió correr detrás de él, mi

deudpr se escapó tomando un pasaje transversal. Esta