Table of Contents Table of Contents
Previous Page  32 / 298 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 32 / 298 Next Page
Page Background

EL REVERSO

de Notre-Dame. Este pensamiento: «¡Debe ser rica!

cambiaba por completo su manera de ver.

-~Qué

edad tendrát se preguntaba.

Y entrevió toda una novela en su permanencia ·e

la calle de la Chanoinesse.

-Tiene aire de ser noble.

~Hará

negocios de banca ?

se decía.

En nuestra época, de mil jóvenes colocados en la

situación de Godofredo, novecientos noventa y nueve

habrían concebido el pensamiento de casarse con aque

1

lla mujer.

·

Un comerciante de muebles, que era un poco ta•

picero y principalmente alquilador de habitacioneS'

' amuebladas, dió tres mil francos por todo lo que Go–

dofredo quería vender, dejándoselo aún durante los

pocos días necesarios para el arreglo de la horrible

habitación de la calle de la Chanoinesse, adonde aquel

enfermo de espíritu no tardó en trasladarse. Se mandó

á llamar

á

un pintor cuya dirección fué dada por la

señora de la Chanterie, y que, por un precio módico,

se comprometió á blanquear los techos, limpiar las

ventanas, pintar las

puer~as

y maderas y colocar

los

crista:l~,

todo aquella misma semana. Godofredo

ltDnló

la

medid..a

de los cuartos para alfombrados to–

dos con la misma alfombra de un color verde y de la

especie menos cara. Quería la más sencilla uniformi–

dad en aquella celda. La señora de la Chantarie

aprobó esta idea, y calculó también, ayudada por

Manón, la cantidad que se necesitaba de indiana

blanca para las cortinas de las ventanas y para las de

una modesta cama de hierro, encargándose · después

de mandarlas á comprar

y

hacer por un precio tan

módico que sorprendió á Godofredo. Con los muebles

que llevaba, la restauración de su habitación no le

costaría más de seiscientos francos.

-De e!5te modo podré llevar mil francos á casa del

señor Mongenod.

'

-Nosotros hacemos aquí una vida cristiana, que