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EL REVERSO
Vanda, el nieto, Augusto, y el retrato que ví del
señor Bernard es,
á
mi parecer, el de un presidente
de audiencia imperial con toga encarnada.
-Tenga usted, lea, dijo don Nicolás descubriendo
el título de la obra escrito con caracteres debidos á la
caligrafía de Augusto, y dispuestos de este modo:
ESPÍRITU
DE LAS LEYES MODERNAS
POR DON BERNARDO JUAN BAUTISTA l\lACLOUD
BARÓN BOURLAC
Antiguo procurador general de la audiencia imperial de Rouen
y
gran oficial de la Legión de Honor.
-¡Ah! ¡ah! ¡el verdugo de la señora, de su hija y
del caballero del Vissardl dijo Godofredo con voz
débil.
Y como las piernas le flaqueasen, el neófito se dejó
caer en un sofá.
-¡Bonito estreno!
mur~uró .
-Esto, mi querido Godofredo, repuso don Nicolás,
es un asunto que nos importa á
todos~
usted ha to–
mado ya su parte, y nos toca á nosotros el resto.
Ruego á usted que no se mezcle en nada más,
y
que
vaya á buscar lo que haya podido dejar allí. ¡Ni una
palabra! En fin, una discreción absoluta, y dígale us–
ted al barón Bourlac que se dirija á mí. Para enton–
ces ya habremos decidido nosotros la manera como
conviene tratar este asunto.
Godofredo bajó , buscó un cabriolé y llegó rápida-.
mente al bulevard Mont- Parnasse, lleno de horror al
recordar el proceso de la audiencia de Caen, el drama
sangriento que terminó en el patíbulo
y
la permanen–
cia de la señora de la Chanterie en Bicetre. Compren–
dió el abandono en que acababa sus dias aquel an–
tiguo procurador general, asimilado casi á Fouquier