Table of Contents Table of Contents
Previous Page  205 / 298 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 205 / 298 Next Page
Page Background

DE

LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA

201

-¡Ohl á usted se lo diré todo,

y

de veras que

tengo muchas cosas que contarle. Para empezar me

he encontrado con uno de los infortunios más extra–

ordinarios, con la salvaje unión de la miseria

y

del

lujo,

y

figuras más sublimes de las que han inventado

hasta ahora nuestros novelistas más célebres.

-La naturaleza,

y

sobre todo la naturaleza moral,

está siempre por encima del arte, del mismo modo

que Dios está siempre por encima de sus criaturas.

Pero veamos, dijo la señora de la Chanterie. Venga

usted á contarme su expedición por las tierras desco–

nocidas adonde ha hecho usted su primer viaje.

Don Nicolás y don José, pues el abate Veze se

había quedado algunos momentos en Notre-Dame,

dejaron solos á la señora de la Chanterie y á Godo–

fredo, el cual, bajo la influencia de las emociones que

acababa de experimentar la víspera, lo contó todo con

los más insignificantes detalles

y

con la vehemencia

y

la elocuencia que nos presta la primera impresión de

un espectáculo semejante. Tuvo un gran éxito, pues

la buena y santa señora de la Chanterie lloró, á pesar

de lo acostumbrada que se hallaba á penetrar en los

mayores dolores.

-Ha hecho usted bien en enviarle el acordeón, le

dijo.

-Quisiera hacer mucho más, respondió Godofredo,

puesto que esta familia es la primera que me ha hecho

conocer los placeres de la caridad. Deseo procurar á

ese sublime anciano la mayor parte de los beneficios

de la obra que tiene escrita. No sé si tiene usted bas–

tante confianza en mi capacidad para permitirme que

lleve á cabo semejante empresa. Según los informes

que acabo de tomar, se necesitarían unos nueve mil

francos para tirar mil quinientos ejemplares de ese

libro, cuyo valor mínimo sería entonces de veinticua–

tro mil francos. Como tenemos antes que pagar los

tres mil y tantos francos en que está empeñado el

libro, es preciso arriesgar doce mil. ¡Ahl ¡señora, si