Table of Contents Table of Contents
Previous Page  158 / 298 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 158 / 298 Next Page
Page Background

154

EL REVERSO

tenido más remedio que cambiar de opinión, y á estos

fenómenos se deben las investigaciones hechas en

estos últimos tiempos sobre las enfermedades nervio–

sas, pues han clasificado este extraño estado entre el

grupo de las neurosis. La última consulta de estos

señores dió por resultado la supresión de la medicina;

acordaron que era preciso dejar obrar á la naturaleza

y estudiarla, y, desde entonces, no tengo más que un

médico, que es el de los pobres de este barrio. En

efecto, basta aliviar los dolores

y

dar paliativos cuando

no se conocen las causas de la enfermedad.

Dicho esto,

el

anciano se detuvo como fatigado de

hacer aquella espantosa confidencia.

-Desde hace cinco años, repuso, mi hija vive entre

las alternativas de alivio y de recaídas continuas, pero

no se ha presentado ningún fenómeno nuevo. Sufre

más ó menos con esos ataques nerviosos tan variados

que he indicado á usted someramente, pero lo de las

piernas y la perturbación de las funciones naturales

son constantes. La indigencia en que estamos y que

no hace más que crecer, nos ha obligado á dejar la

habitación que yo había tomado, en

1829,

en el barrio

del Roule; y, como mi hija no puede soportar el cam–

bio, que ha estado á punto de matarla ya dos veces,

la primera al traerla á París, y después al transpor–

tarla del barrio de Beaujon aquí, tomé inmediata–

mente la habitación que ocupo, preveyendo las des–

gracias que no tardaron en caer sobre mí, pues

después de veinte años de servicios, el gobierno me

hizo esperar la percepción de la pensión hasta

1

833.

Sólo hace seis meses que la recibí, y el nuevo go–

bierno unió

á

tantos rigores el de no concederme más

que

el

mínimum.

Godofredo hizo un gesto de asombro que pedía una

confi:!encia total; el anciano lo comprendió así, porque

prosiguió, no sin lanzar al cielo una mirada acusadora.

-Soy una de las mil víctimas de las reacciones

políticas. Oculto mi nombre, objeto de muchas ven-