Table of Contents Table of Contents
Previous Page  138 / 298 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 138 / 298 Next Page
Page Background

134

EL REVERSO

sabe~

acaso un año, llevando la caja, los libros, y

penetrando en los hogares de ciento

ó

ciento veinte

familias pobres, extraviadas iin duda por la miseria,

antes de haberlo sido por las malas lecturas. Sin em–

bargo, nos veremos aquí todos los domingos y dias

de fiesta ... Como hemos de vivir en el mismo

b~rrio,

le indico á usted la iglesia de San Jacobo como lugar

de cita; iré á oir misa allí todos los días á las siete y

media de la mañana. Si me encuentra usted en alguna

tttro parte, haga como si no me conociese, á no ser

que me viese frotarme las manos como si estuviese

satisfecho. Este es uno de nuestros signos. Tenemos,

como los sordomudos, un lenguaje por gestos cuya

importancia y necesidad no tardará usted en com–

prender.

Godofredo hizo un gesto, que el buen Alain debió

comprender, porque se sonrió, y prosigió en estos

términos:

-Ahora, he aqui nuestra misión. Nosotros no ejer–

cemos la beneficencia ni la filantropía que usted co–

noce, y que se dividen en varias ramas explotadas,

cual si !uese un comercio, por otros tantos rateros;

nosotros practicamos la caridad tal como la define

nuestro grande y

~ ublime

San Pablo, y opinamos que

ella es la única que puede curar las llagas de París.

Para nosotros, la desgracia, la miseria, el sufrimiento,

las penas,

el

mal, sea cualquiera la causa de que pro–

cedan y la clase social en que se manifiestan, tienen

los mismos derechos. Sea cual fuere su creencia ó sus

opiniones, un desgraciado es ante todo un desgra–

ciado, y nosotros no debemos hacerle volver al regazo

de nuestra santa madre la Iglesia hasta después de

haberlo salvado de la desesperación ó del hambre.

Además, debemos convertirle más bien con el ejem–

plo y con la dulzura que con otra cosa, pues creemos

que Dios nos ayuda en esto. Toda violencia es consi–

derada, pues, como mala. De todas las miserias pari–

sienses, las más difíciles de descubrir y las más te-

.,