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EL ARZOBISPO DE LIMA.
Gracias
á
la furtiva rebaja de derechos, pudo des–
pacharse la armada á Panamá en 1721, despues de
catorce años de la que
fué
despachada por el Mar–
qués de Casteldosrius. Esa expedicion no hubiera
tenido lugar, si con una demostracion enérgica no
fuera rechazada por el Virey-Arzobispo otra de
cinco buques franceses, que bajo pretexto de arri–
bada forzosa habia entrado en el Callao para ejer–
cer el contrabando. En beneficio del comernio lime–
ño se babia ajustado un nuevo asiento con el Con–
sulado para el más fácil cobro del almojarifazgo,
averías y alcabalas. Pero habiendo' hallado ·el Con–
sejo de Indias las condiciones poco favorables
á
la
hacienda, fué desaprobado aquel acuerdo por una
cédula real de 1724,
y
se encargó á los oficiales
reales la recaudacion de los indicados derechos.
· Por su parte sufrió el Monarca el desagrado de
que no tuvieran cumplido efecto sus órdenes
r~s
pecto al mineral de Huancavelica. Por
r~petidas
cé–
dulas se insistia en la abolicion .de la mita y en la
reduccüm del precio del azogue
á
40 pesos, canti–
dad en que los mineros solían vender sus alcances
á
los gobernadores
y
á
otros capitalistas , que los ha–
bilitaban. El entendido Marqués de Casa?ancha, que ,
á la sazon gobernaba aquel mineral, del que nos ha
dejado una descripcion muy importante, hizo pre–
sente; que no
pód.iaprescindirse de los mitayos. por
no haber trabajadores voluntarios; que, áun habién–
dolos, no estaba el gremio para pagarles su jornal