34.
EL ARZOBISPO DE
LIMA.
CAPÍTULO VI.
DON FRAY DIEGO HOROILLO, ARZOBISPO DE LIHA.
1720-1724.
Más
de una vez debió el nuevo Virey hallar
de–
masiado incómoda la alta posicion, que babia alcan–
zado
á
precio muy subido. Su gobierno, que prin–
cipió con la carestía de la costa y la epidemia de la
sierra, fué afligido ,
á
poco, de una gran
inunda~
cion, que desoló la villa de Saña, ya bastante decaí–
da desde el saqueo de los filibusteros;
y
raras veces
estuvo exento de afanes. Sólo pudo lisonjearse el
eminente prelado, en el primer ·año, con la cano–
nizacion de Santo Toribio, celebrada por la devota
y
opulenta ciudad de los Reyes con las alegres
pompas, que de ella podian
~sperarse
en honra de su
santo Arzobispo. Mas ántes y despues de este rego–
cijo abundaron las inquietudes
~ás
graves.
El corsario Chiperton amenazaba
á
las costas
y
naves del Pacífico ; su persecucioíl exigió dispen–
diosos aprestos,
y
el temor, que inspiraba, hizo le–
vantar un inútil cuerpo de caballería, que en ocho
meses costó 70.000 pesos. Al fin se alejó del virei–
nato con tan adversa fortuna, que uno de sus bu–
ques fué apresado en Méjico,
y
el otro en las islas
Filipinas.
Las ventajas, que el corsario no pudo conseguirá