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D. JOSÉ ABASCA.L.
tribuido en gran parte al sostenimiento del vaci–
~ante
coloniaje, y con sus .talentos militares ·iba
á
restablecer el prestigio de su causa. En efecto , con
tanta actividad, como inteligencia, puso en breve
sobre un pié brillante las fuerzas de su mando,
y
con las victorias de Vilcapugio y Ayohuma, con–
tuvo el poderoso impulso de la revolucion
en
sus
anteriores límites.
Participando del error comun
á
la mayor parte
de los que defienden
á
los gobiernos establecidos,
creyeron los realistas, que sus n'-:evos·tr:innfos en el
campo de batalla anonadarían
á
sus enemigos, como
si <letras de éstos no estuviera la opinion, que cada
dia iba <lesplee;ando mayores bríos. El cuartel rea- '
lista se veía amenazado de. cerca por imp·ertérritos
guerrillero , que
á
cada derrota aparecían en ma–
yor número
y
con mayor entusiasm1>; en la remo–
ta Tacna había encabezado el jóven Pallardeli un
segundo levantamiento, que fué sofocado por su
derrota en Camiara, ·pero que .dejaba en las inten–
dencias del Sur una excitacion permanente; en el
Cuzco había ocurrido, en el mismo año de 1813, una
conspiracion, cuyos jefes fueron presos, pero cuya
causa se seguia con 'lentitud, .por no hallar dema–
siados cómplices.
Siempre iegos ante los progresos del sentimien–
to patriótico, abrigaban los defensores gran con–
fianza del triunfo completo en 1814, porque veían
á
Fernando VII , pronto
á
ser restablecido en el