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EL CONDE .· DE SUPERUNDA.
ciones en grane.e escala, se-iba descubriendo mayor
número de indios. Eil' las diócesis de Lima, Char–
cas, Mfaque,
Lá
Paz, Cuzco, Arequipa, Huamanga
y
Trujillo se habian inscrito en la matrícula
612.780, repartidos en 74 provincias con 755 curas,
y
2078
entre capiques y mandones. Los neófitos del
Paraguay se regularon en 99.333,
y
los de Mojos
en 31.349.
En la amonedacion se conseguian mayores apro–
vechamientos por haberse principiado
á
amonedar
de cuenta del Rey, con arreglo
á
nuevas ordenanzas,
que eran las vigentes en Méjico, con .algunas modi–
ficaciones. Como la antigua moneda de oro
y
plata
fué reemplazada por la de cordoncillo; se fabricó
nueva maquinaria, al mismo tiempo, que ·se repa–
raban en el edificio los estragos del terremoto, y se
le daban mayores proporciones. En Potosí se pro–
curó tambien adaptar
á
la reforma monetaria la an–
tigua casa; pero la obra salió mal,
y
por la diver–
gencia de opiniones se perdió J!lUcho tiempo,
y
se
gastó demasiado en la nueva construccion. Sin em–
bargo de estos
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astos
y
contrariedades,
y
de que
dejó de acuñarse en Lima el oro de Chile, por
haberse fundado en Santiago casa de moneda; las
entradas :fiscales por este ramo tuvieron un aumento
considerable.
El estado próspero de la minería, no obstante las
oscilacjones
ó
decadencia de los primeros asientos,
contribuía
á
la buena marcha de las casas de roo-