EL
CONDE DE ·SUPERUND.A.
11~
JosÉ
EL PERUANO,
á
la planti:ficacion del estanco
Y'
nueva fábrica de moneda, al envío de azog.ues
á
Méjico y
á
otras .muchas y muy onerosas atenciones
1
extraordinarias. Satisfechas todas las cargas, quedó
un sobrante para el Rey, y la balanza fué inclinán–
dose siempre del lado de las rentas. Rabia cesa40
ya el impuesto extraordinario de dos millones, crea–
(\o por Villagarcía, de los que más de la mitad fué
. satisfecha por Lima y el resto por las provincias,
que se habian encabezado, en su mayor parte, para
evitar mayores extorsiones. La bula de Cruzada
s~
plantificó con arreglo
á
nuevas ordenanzas, impre–
sas junto con las antiguas de los vireyes, despues
que el Rey obtuvo de la Santa Sede autor.izacion
para nombrar comisarios eclesiásticos y modificar
la organizacion de esta renta, que debia tardar en
sistemarse bien y ofrecer ventajas apreciables. Por
lo demas, su producto, que debia invertirse en obras
pías , se destinó en mucha parte á la sub vencion
de
la~
misiones y
á
la defensa de la frontera interior
contra la irrupcion de los salvajes.
El Monarca, que estaba animado de las mejores
· intenciones y deseaba reformar todos los abusos,
hizo
á
su representant,e s'ecretas prevenciones para
que desplegase el mayor celo en la administracion
de justicia, activando la más recta y pronta ter–
minacion dé las causas, castigando las prevarica–
ciones y llevando hasta el ex trañamiento del reir;10
la correccion de los
~agistrados
culpables de la