EL CONDE DE SUPERUNDA.
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"' usticia, la policía, la beneficencia, la
inst~uccioii
y
los demas ramG>s del servicio público. Una terri–
ble revolucion, hija de resentimientos seculares,
.agravados por injurias recientes, sólo perturbó pa–
.sajeramente el movimiento apacible de la civiliza–
.cion,
y
léjos de dar ocasio'n
á
una política reaccio–
naria, como hubiera sucedido en gobiernos méno
ilustrados, más débiles
ó
no tan bien intenciona–
dos, hizo desaparecer para siempre intolerables
.abusos. La guerra con Inglaterra,
á
la.que España
fué arrastrada por un malhadado pacto de familia
con la Francia ,
y
la eficaz proteccion , que en ódio
á
los ingleses prestaron de concierto
á
la indepen–
dencüi <le los Estados-Unidos, fueron cau s d
.suma influencia en la posterior libertad de la Amé–
, rica española.
Los acreedores del Estado pudieron estar recono -
-cidos pronto al nuevo Monarca; porque no tardó en
..acordar la liquidacion de las deudas causadas en
América durante el reinado de Felipe
V,
para arre–
.glar su pago
á
la brevedad posible, segun habia re–
.suelto
ya
respecto á las causadas en Europa. Las co–
munidades, que tenían censos sobre el Tesoro públi–
·CO,
debieron agradecerl0 sus órdenes precisas par.a
que fuesen pagados al 5 por 100, áun por el tiempo
· en que habian estado reducidos al 2 por 100.
La Hacienda podía hacer frente
á
estas
y
otras
más graves atenciones; porque, merced
á
su mejor
organizacion
y
nuevas entradas, su
pro~peridad