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4-02

DI

e nso rn

EL IMI~A11

trado se a ociaba casi on su totalidad en el pat'lamcnto

y

fuera d l par–

lamento.

Despues del 1660 la reaccion civil fue limitada

y

corta, la reaccion

religiosa contenida por un momento estalló con violencia,· se perpetuó

enconándose y dió margen

á

la mayor parte ele lo peligro y faltas,

(mejor dii'Íamos crímenes) ·nque cayeron árlo

n

u gobierno.

Ma todas e a falta

y

peligro , .aunque de cará ter grave ombrlo

nada de mortal ni ele amenazador tenían n l fondo por lo tocante

á

la

monarquia

y

á la so iedad ingl sa. Con iderados n globo aquellos suce–

sos puede decirse que el e plritu de revolucion babia perdido su poder

que el espiritu de reaccion no dominó en Inglaterra. Despues de su gran

cri i revolucionaria desde el 161.t-Oal 1660 el pueblo ingle tuvo la dicha

y el mérito de ser dócil

á

las lecciones de la esperiencia y de no hab r

dejado llevar de los partido estremos.

En medio de las mas ardientes luchas polilicas y hasta en medio d

las violencias

á

que fue arrastrado, ó

á

que tal vez impulsó

á

sus jefe

en medio de circunstancias supremas y decisivas con tantemente se mo -

tró contenido 6 replegado en aquel profundo buen sentido que con i te en

respetar los bienes elementales que se quieren conservar,

y

en adherirse

invariablemente á ellos sufriendo los inconvenientes que traen consigo,

sofocando los deseos que podrian comprometerlos. De de 1 reinado d

Cárlos

JI

ese buen sentido, que es la inteligencia po\ltica de lo pueblo

libres ba campeado constantemente en los destinos de aqu lla nacion .

Tres grandes resultados entonces todavía confuso

é

incompletos, pero .

irre ocables, y absolutamente necesario

á

los de eos

y

á

los interese

generales de Inglaterra sobrevivían

á

la revolucion que acababa de atra–

vesar.

La monarqula no podia ya separarse del parlamento : el trono había

ganado su cau a; pero el absoluti mo había perdido la uya. Podían los

teólogos

y

los-filósofos, Filmer y Bobbes, erigir en dogma, ó so tener

orno principio el poder absoluto : podían us ideas en las conversaciones

ó en los escritos escitar Ja indignacion

ó

de~J.Jertar

las irnpatias de lo

hombres de ciencia ó de los afiliados en algun partido ; pero en el pen–

amiento práctico de la nacion, la cuestion estaba a ventilada: realistas

ó

revolucionarios, todos consideraban la intima union

y

el contra-peso

mútuo de la corona y el parlamento como derecho y ner.esidad del pal..

En realidad la cámara de lo diputado preponderaba en el parla-

mento . o e trataba ya d u oberanía <lir ta : e prinr.ipi r olu-