![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0416.jpg)
598
DISC HSO JIHELIMINAR
ar disr.relo, é indiferenle por no pagar tríbulo
á
la mentira. De emc–
janles prenda realzadas por una audacia
y
una paciencia imperlurbable
se valió Monk para producir el desenlace único que en su conoeµto con–
venía
á
la siluacion politica de u pals , el r tablecimiento pa lfico del
único gobierno que poclia ser duradero
y
normal. Todo lo demás siste–
mas no eran en su concepto mas que cuestiones dudosas poi mica do
partidos. Monke con iguíó suobjeto. Todas las fracciones del gran partido
monárquico su pendieron sus anliguas rencillas, su tumultuo a impa–
ciencias ysus contrarias aspiraciones para ecundar el esfu rzo del nue o
campeon.
La restauraoion llegó
á
consumar e como un acontecimient nat:.iral,
único po ible
y
sin costar una gola de sangre á lo ' en ido ni
á
lo
v noedores.
Di
n pudo Cárlos
fI
al entrar enLóndre rodeado de inmen–
a a lamacione decir con toda verdad : «culpa mia e el no haber
n
vuello antes, pue no ' eo una ola persona que no manifie t9 deseo d
n
haberme i to \'Olv r anteriorm nle.
»
J~má
ningun gobierno , nuevo ó antiguo, ó restaurado de pue d
destruido se ha visto en mejores condiciones de fuerza regular de esta–
bilidad.
árlo
JI
ubió al trono sin apoyo de fuerzas e tranjera , in lu ha
inlarior ,
y
ha
la
sin esfuerzos de su partido : subió por unánime impulso
de la nacion inglesa libre de la opresion, de la anarqufa, y de las osci–
lacione revolu ionarias
y
que solo en él fundaba ya las esperanzas del
órdenlegal
y
del por enir.
•
Reorganizábase la monarqula d pues del aniquilamiento ab oluto, y
la ruina definitiva de ·u enemigos de su rivales. La r públi a
y
1
prolectorado habían apare ido y reaparecido bajo todas la
fi
rma , en
todas las combinaoione que le habia sido posible ostentar. Todos lo
podere , todas la notabilidades, hijas de la revolu ion habían caído en
de crédilo y e taban a
ga
ladas. La arena del palenque slaba de ierla;
ha ta las fanla mas de lo combatiente revolu ionarios habían d sapa–
recido.
l re uoilar la monarqu!a tornaban lambien á nueva ida los derecho
de los grandes propietario , de lo hidalgo de provincia, de Lodos·aqu -
!los ciudadanos notables que habían o tenido lacausa reali
w.,
que ahora
volvían
á
tomar su puesto en el gobi rno del pal . La república y rom–
well los habían separado de lo n gocios públicos porque no podían o–
porlar su presencia,
y
al volv r á llos colmaban 1gran va lo que ·i -