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jeros que no tardaron en deolarase enemigo
y
rivales suyos. El con ej
general de lo oficiala , un nuevo consejo del ejército en entido mas po–
l ular, un nuevo parlamento que Ricardo e apresuró á convocar, el anti–
guo parlamento Largo, ó mas bien dicho egun e pre ion del pueblo, la
ola del parlamento Largo mutilado, o teniendo que solo á él pertene–
cia el poder legllimo por haberle conferido el re que condenó á muerte 1
dereého de no disolver e sino por u propia voluntad,
y
por último e e
mismo parlamento Largo ompuesto d lo miembro que antes de In
muerte d 1rey habían sido violcntam nte e pulsado de su seno,
y
qu
ahora
á
u vez u aban tambien de violencia para volver
á
ocupar u
pue to aparecieron como fanta ma a i que de apareció d la e cena po–
lltica el que habia abido tener
á
ra a u exig n ias. La nacion tuvo por
e paoio de ma de veinte me e el di gu to de ver e o rivale del pod r
chocar, hundirse, volver
á
la lucha, coligar e
y
sustentar particular–
mente u ambicion in poder adquirir ni por un olo dia la con islenoia,
ni la forma de gobierno.
En aquel interregno de veinte me e , en medio de aqu lla splo ion
ridicula de tanto pretendiente imaginario solo dejó de¡ res ntar e n la
e cena aquel que en oncept.o de todo el pal sea por temor, ó a por
esperanza tenia dereoho á pre enlar e como verdadero pr tendient .
pena uno ó do movimiento insignificante que e limitaban
á
pedir
la convocaoion de un parlamento iibre, en lo uale ni siquiera 11 gó
á
pronunciarse ·I nombre de árlo E tuardo, fueron intentad
n u
favor
y
reprimido ca i sin tlsfuerzo.
•
El recuerdo de rom' ell mantenía aun en 1temor en la inaccion
• al partido reali ta, Tantas ece babia vi to de vanecidas sus peranza ,
tan rudamente babia ido castigado al querer levantar la cabeza, qne
a ni á e.perar e atrevía. Por otra parte en sus largo infortunio ha–
bia abido adquirir aludable e p riencia. Ya no confundían lo reali tas
us propio deseo oo la medida de u fuerza ; a babian comprendi–
do que si Cárlo Estuardo habia de conseguir la corona, olo el interé
el movimiento general del pal podría dár ela, pero no una insurreccion
de alguno reali ta .
Ricardo romwcll tuvo la idea el deseo de poner t rmino por si
mismo á Ja agonla general
á
la suya propia entrando en negociaciones
con el re .
o carecía el hijo del protector de penelracion ni de honradez; mas
no
t
nia ambicion ni grandeza. Ilabia pr . ociado on una ensacion de