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llegar
á
deducciones filosóficas más
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menos exactas.
~ero
felizmente no ha
incurrido en un error tan común.
Ha
tenido presente que ante la evolución
Jógic'l de las ideas la evolución real es
fragmentada;que media un abismo en·
tre el hombre abstracto, matemático el
mismo en todas partes,con su estractu·
ra siquica tan sencilla
y
encadenada,
y
los hombres de carne
y
hutso tales
como figuran en la historia arnol<ia·
dos por la herencia
y
el medio, con
hábitos característicos, creyendo en
abmrdos, impulsados por sas pasio·
nes
y
persiguiendo ideales diferentes.
Por tso se ha ocupado detenhlamente
de las condiciones del Perú, de las
cualidades
fi~icas
y
morales de las ra·
zaM,fijanrlo por sus hábilios
y
géaern de
vida el
carácter~de
cada una de ellas.
Recorriendo en su inve8tigación tau
largo trayecto es como el autor ha es·
cudrifiado con buen criterio las can·
sas
hi~li6ricaa
en su inmediata relación
y
dependencia. Contemplada la co·
lonia á través de ese prisma,su vida
é
historia adquiere tal claridad que se
puede valorizar el más insignificante
suceso.
Descubierta la manera de ser de
una
~ociedad
y
cuales son las fuerzas
inte.r.nas que la animan et:4 fácil sefia ·
lar el rumbo qne ha de
segu.ir.