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te s los vencido~, la raza indigena des·
pués de sofocada mente y C'on re·
finada crueldad Ja rebf'líón de Tapac
Amarú, C'ay6 en el Pnvilecimfento y
postración en que hasta hoy se encuen–
tra. La guerra de la indeµendenc!a
faé para ella conio una ni mple con tien.
da civil entre sus opresoreR, y babi·
tuada á ser mandada y obedecer <'.ie·
gamente, combatió en ambos bandos.
(112.)
En un trabajo sociológico como el
Discurso hay que fijar, la naturalezá,
el mecanismo y Jos efectos de los fac·
tores históricos que hayan actuado
sobre la sociedad; averiguando, si es
poElible, en yirtud de qué cansas y de
qué proceso mental los han creado, es–
tablecido 6 soportado los miembros de
ese cuerpo social. Cuando todos estos
datos estáp bien determinados, resul–
tan conformes con ciertos hechos hi·
112 Torrente, Hist. de la revolución, his–
pano-americana, tomo III pág. 297. «Los
indios de G;uanta, Huaocavelica,Chinche·
ros, Ruando y pueblos inmediatos, habfan
sido iuducidoe á. levant~roe contra el Pjér ·
cito libflrt...dor; y habfan aQesinado m~ de
cien enfermos con su escolta, junto con las
que scomp~i'iaba una pll~~ del bagsje11
[Memoria del General l\I1ller, t orno se–
gando, . pags. 169-70.1
«NO puede rd. imaginarse Ja dificultad
-que hay para retener en las filas las tropas