- 63 -
prgullo y.soberbia . más refinada; nin- –
gon estudio, la med¡tacióo proscrip·
r.a,
el deseo del bien público dasterra·
do de sus corazones; tales son las
prendas que adornan
á
lo~
Oidores
ig–
norantEs,. codiciosos, fieras deuorado·
ras, que destrozan, insultan y arrui·
nao.
El
marido no tiene sPgura la
más
fiel consorte: una. familia
ilm~tre
se ve
expuesta
al
abatimiento en el estupro
de
UD!\
hija: los antiguos mayora:Zgos
ven arrebatados sos primogénitos pa–
ra
casarlo~
con las hijas de esos sopis·
tas."
[116].
Los mtendentes
y
subdelegados «tie·
nen un comercio privativo,
ó
un es–
tanco de cuantos ramos son
útiles.Ha·
ce1les sombra 6 competirles es un cri ·
men de magestad; aprisionan, destie·
rrao, insultan, desobedecen
á
la
r~al
audiencia que tiene el azote de seda,
se acostumbran al pillaje.»« La admi·
nig¡fación de
j
osticia es para inten.
de ote!I
y
subdelegados la granjeria
má~
prover.hosa»
La
renta de los últi ·
moe es «el tanto por ciento de tributot',
y
por consiguiente muy corta en
al·
gunas pro.vincias. La snbdelegaci6n,
por ejemplo de
Panatahnas
tiene al
afio 38 pesos: para ingresar se rega·
lan 2,000, el tiempo es de seis afíos:
11~
Id,
págtnas
215,
26,
21
1
29-30.