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¡cuál será el ánimo conque se
preten~
de aquel
empleo~"
[117].
1oCaál es la conducta de un párroeo
e·n el
Perú~
ccLa
primera regla
ateso·
rar,
no
bautizar, casar,
ni
enterrar si
no se pagan con anticipación
y
á
ad–
vitrio los derechos:
&Los
de1ecbo&~Los
robos
más
enormes
y
escandalosos.»
«La
segunda regla
es
un juego excesivo
porque la soledad lo exige,
y
es nece–
sario algún entretenimiento; tercera
elegir en la
feligrecía las
muj~res
más
hermosas, casadas
6
solteras, porque
el decreto del Tridentino sobre
lacas·
tidacl de los clérigos
es muy
rigorosa.
Cuarta de
tiempo en tiempo, un
pa·
seo á la capital con el
pret~xto
de leer
á
las
canongías.
Entonce~
s11
reparten
las monedas con las meretrices públi–
cas, se
loce,se
gasta·
y
se
hace
que bri–
lle la
sangre
de los parroquianos. En
esto no
hay
ponderación,
:y
al que se
atreva á decir que pondero
ó
miento,
lé responoeré Eeihlando los nombres
y
las
hü~toriau
[118]
ioPara qué
continuar con
las órdenes
religiosas, los amos
y
esclavos, los es–
tancos
y
trab'.is del
comercio, la igno–
ráñcia general
y
la relajación de las
costumbre~~
117
I<J.,
,páf?inas
~5, ~
, 40.
118 Id:,
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