- 54
con sus
h
0
rÓi(
l.OScompañPro
0 •
Era impo
8i
ble
que
pudieran
rPsistir
lo~
in ritos la
pujauza de
lo~ S» l<lado~ e~pafiole sap~·
riormente armados. El terror pá·
nico
era natural
que cundiera entre
JnR
inilfgena~,qae s~
sometinan sin re·
sisteocia
y
sólo
combatieran
allí donde
b a biera gente audaz, [caciques,
capi·
tanPs 6
lnca~J
q
11e
parsonalmeote los
movieran
y
dirigieran ."
Los
indio~,
viendo
que
Jos flSpafioles
les
incu lcaban
una m >ra'l
anál( ·g·a
á
la
io~ái3a,
y qne en
vez de ir
acomp~·
fiada oomo ést.a de buenas ohras y
de
nn gobierno protPctor,
era á
cada pa·
Ro
violada. por la conducta inhumana
<le
los
cooquista<iore~;
ante esa
con·
contradfrción tan
p atente
que no
podían ex plicarse, p ero cuyos efec·
tos
re~a.1an
sohre sus
~ l\ hez~~;
pf'rdicla
ya
la
fé
de sus mayores, con ese ca·
ráoter
~ in
energía,
que
los
condenaba
á
la
obe~iencia,
sio
fé
en la nueva doc·
trina,
que
por
laR
obras desasamos
les
parecía aborrecthlf', los indios se des–
moralizaron p •)r completo,
sustituyeron
un
fanatismo,
con otro
y
aún
los amal· '
l?amaron,
y
en la dura servidumbre
á
que
estaban
reducidns, adquirieeon
to<1os los defectos de los
débiles [LOS),
108
Spencer,introductlon
á.
la
Science
so-
ciale, páginas 1!}3-54.
_
«Ellos no comprendb,n
(los
in.dios} co-