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res. Poi; eso prendió Ja guerra entre
Huáscar
y
Atahualpa con tanta zafia
y
violencia (106). Cuando Hnáscar c¡¡–
yó prisionero entonces fué cuando los
indios confundidos hicieron un so·
lemne .sacrificio al dios
Viracocha
para que librase
á
su Sefíor de las ma·
nos
de
sos enemigos (107).
En medio de .este desórden
y
perple·
gfdad, cuando la confianza en el poder
divino de los Incas había sufrido un sé·
rio quebranto en el ánimo de sos súbdi–
tos,
al ver
á
Hoáscar prisionero de los
capitanes rebeldes, entónces
p~ ra
au-
. mentar la turbación
y
desequilibrio de
esa raza obediente, apareció Pizarro
-
~
dado de duefio, de hallarse dominados de
una nación extrafia para ellos¡......atento.
que asi como no han mudado de lengua,de
usos, de propensiones, ni de costubres, no
f>S
regular que mudasen de caráctern(Ulloa,
Noticias Americanas, pág. 265.)
106 No se puede negar, como dice Cobo,
que los capitanes
Quizquiz, Chalcochima,
y
otros del ejército tenia.n particular
inte·
res en separar los reinos de Q,·1ito y Cuzco
(aunque su causa fuera la disposición de
I-Iuayna·Oapac)¡
porque se hallaban «bien
en la provincia de Quito, y pJr sus muchas
riquezas adquiridas en las guerras
pasada~
grandes cargos que tenían en el ejército
y
eran respetados
y
honrados de todos
y
muy favorecidos de
Átau Hualpa,»
[obra
citada; tomo
lII,
pág.
192.]
~07.
Cobo, obra citada, tomo IIC, pig.
200.
'