XIV
Prólogo .
diverso carácter
y
variado lenguaje que le servian par_a
componer sus Décadas,
y
de sus manos pasaban las
más veces a] discurso de la historia como las pie–
zas ajustadas de bellísimo mosáico,
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los parejos es–
labon{1s de firme
y
bien labrada cadena. Muchos
perdian de su ingénuo sabor
y
pristina frescura; la
forma de casi todos ellos ganaba en elegancia
y
cla–
sicismo. Si el trabajo de Cieza sólo hubiera sufrido las
correcciones del maestro para quedar con la diccion
...
.
más pura
y
propia, purgado de evidentes errores, ali-
viado de enfadosas sentencias
y
de importunas digre–
siones; reparado del' desaliño
y
poco método con que
suelen exponerse los hechos por quien los vé pero, ante
todo, cúida de relatarlos fielmente, no faltarian lite–
ratos que aquella expropiacion le perdonasen. Mas no
fueron mejoras todos los cambios que introdujo en la
usurpada crónica: una gran parte alcanza
á
las ideas,
á
los hechos fundamentales,
y,
por ende, corrompe la
puridad. histórica, segun que en su leal ent.ender
y
saber
la comprendia
y
la expresaba el primero que observó
y
estudió los sucesos consignados en .ella, en el mismo
lugar que acaecieron
y
comunicando con los mismos
hombres que á efecto les llevaron. Interpretó diversa–
mente la intencion ó el sentido de varias reflexiones
y
pasajes; falseó determinados caractéres, añadién–
doles ó quitándoles su tanto, ya de
la
calidad, ya del