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Prólogo.
XIII
fin en lo escrito
ó
pasara por muchas materias sin las
escrebir. Las persuasiones destos que digo son no poca
parte para que yo consuma mi vida en breve tiempo,
porque no mueran los notables hechos destos rei–
nos"
(a).
Pero
á
estas sentidas quejas, arrancaaas en momen–
tos de amargura
y
cansancio á un corazon entero
y
bueno, responde Herrera del siguiente modo: Este
Pedro de Cieza es el que escribió la historia de las
provincias del Quito y Popayan, con mucha puntua–
lidad, aunque (contra lo que se debe esperar de los
Príncipes), tuvo la poca dicha que otros en el premio
de sus trabajos. ''-¿Y por qué no enmendaba en lo po-
sible la soberana ingratitud, confesando por la cruz de
Santiago que en su pecho lucia, que una parte
y
no
escasa de salario
y
mercedes que como cronista de
aquellos príncipes aceptaba, era el premio que Cieza
no recibió?
Herr.era poseia un talento de primer órden, un cri–
terio sereno
y
atinado; cono.cia bastante la condicion
humana,
y
de raíz la nuestra, y el genio
y
el estímulo
que nos movió á dejar la vieja
y
esquilmada patria, por
otra nueva
y
rica más allá de los mares. Su estilo grave,
contenido
y
lleno de nérvio, penetraba los escritos de
(a)
LA GUERRA DE Qu1TO, cap.
ccxrr.