Prólogo.
XI
- Y á
fé
que no comprendo cómo
~a
pluma, aunque
·era vigorosa, del Tito Livio castellano, no vaciló . al
borrar, para hacer suyas las páginas del soldado cronis–
ta, ciertas frases que debieran moverle
á
proceder con
rríás nobleza, ó al ménos con caridad cristiana. ' No creí,
cuando comencé.
á
escrebir las cosas subcedidas en Perú!
que fuera proceso tan largo, porque ciertamente yo
rehuyera.demi trabajo tan excesivo; porque conocien–
do mi humildad y llaneza, como otras veces he reteri–
do, no ignoro mi escambrosa pluma no era digna de
·escrebir materias tan grandes... A Dios con toda humil–
dad suplico favorezca este mi deseo, pues otra cosa
que servir
á
mi Rey
é
satisfacer
á
los curiosos
y
dar
noticia
á
mi patria de las cosas de acá, no me movió
á
pasar tantos trabajos, caminar caminos tan largos como
he andado "
(a
).--''Y
verdaderamente yo estoy tan
MARTA
Y
NUEVO REINO DE GRANADA MS., anterior
á
·1as Décadas de
Herrera, dice bien claro que la cuarta parte de la crónica de Cieza de Leon
'Cxistia, y hasta da
á
entender que podía consultarse con facilidad:-"como
lo
tratan algunos de los que ya han escrito de esta tierra de Cartagena,
-que son Francisco López de Gomara .y P edro de Cieza de Leon en la
primera
y
cuarta parte de las historias que escribió de Perú.
11
(Lib. 8.
0 ,
<eap. 1.º)-11Tardaron en esta jornada [la de Vadillo desde Urabá á
Popayan] todo el año de 1'538, donde padecieron hartos trabajos ·y necesi–
dades
y
muertes de españoles
y
otras calamidades y desvetturas, de las
cuales no escribo aquí particularmente, porque tiene escrita esta misma
jornada Cieza en la cuarta parte de su historia.
El
que la quiera ver, allí
la podrá leer.
11
(Lib.
8,
0
,
al fin.)
(a)
LA GUERRA DE
Qu1TO,
cap. LIX.