XVIII
Prólogo.
gran ministro estaba muy ocúpado, tenia algunos ratos
para el deleite de la Historia; y lo mismo hacia el señor
don Baltasar de Zúñiga, su gran imitador.
"V. S. I. mándeme en todo lo que más fuere
serv~do.-A quien le suplico .me tenga en su gracia.–
Guarde Nuestro Señor
á
V. S. I. y R. con la vida y
conte~to
' que yo deseo. De Madrid
30
de Enero
de 1623.-Antonio de Herrera
(a). '
A cuya carta replicó el arzobispo:
" He visto la relacion
y
elogio que vuestra merced
ha hecho sobre las
c~sas
que sucedieron en el Perú á
Vaca de Castro, mi señor. Está muy bien dispuesto
y
advertido, como de tan diestro y ejercitado en la His–
~oria.
He holgado mucho de verlo; estimo, como es
razon, el trabajo
y
cuidado de vuestra merced. No lo
habia visto hasta agora por ausencia
de
mi secretario;
mia ha sido la pérdida.
"Dice vuestra merced en su carta, que .de industria
deja algunas cosas: que despues de ocho años de pri–
sion consultó el Consejo de Indias al Emperador el
manifiesto agravio é injusticia
q.uese hacia á Vaca de
Castro, mi señor;
y
el
empera~or
guardó cuatro
6
cin–
c~
años la consulta en un escriptorio, hasta que, remar-
(a)
Es
tod~
'de su puño
y
letra,
y
se encuentra en el códice S-26 ·de la
Bibl.
Nacion<tl.