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No hallan<ló donde fijarse el conde, resbala en el mis,
mo piso que forma. Olvidad<> muy pronto de In imposibili–
dad fisica
y
moral, que habia exajerado
y
que impedian
la
reunion de un nuevo concilio jeneral, conviene al pie <le
la
letra en mis opiniones: son sus claúsulas: "consideremos ade–
i:nas, que el carácter ecumenico en los concilios, no lo cons.
t1tuye el número de Obispos, que Jo componen; basta que ean
convocados: despues
viene
el que puede
y
quiere. Cien–
to ochenta Obispos fueron
los de Constantinopla en el año
de
381:
mil hubo en Roma en
1139
y
solamente noventll
y
cinco en la misma ciudad en
1512,
inclusos los cardenales. No
obstante todos estos concilios son jflnerales". En estas con–
trad íciones caerá siempre, el que defienda una mala causa. La
esten ion del mundo cristiano no impide la celebracion de. los
conrilio.
EN
teolojia se cuestiona, si son necesarios los concilios
jenerales. Las autoridades por Ja afirmativa son vigoro
í.
ima •
A
la cabeza de ellas podremos poner á S. Agu tin. (.) Juz·
ga que la disputa sobre rebautizacion en que se habían com·
pn,metido var• ' es de grande caridad
y
9bi pos que dictaron
contrarios .dec · o ,
podi
conclu'rse
á
no ser por un con–
cilio jeneral d
t do el orb •
s,
J~id!
ro
a~rma,
y es mi opi·
nion, 11ue la cri fand-ad estuvo di idida en aív rsas hereJias,
porque no le .
11
·ido permit'do
!'l
los
obispos el reunirse.
N~
obstan e, mochl)s
ol
~os
u ando de
aquell.asdi tinciones
aristotelicas, que tanto p •rjudican á la ml)ral
y al drigma, di–
cen, que el conr.ilio, no es de necesidad absoluta, aunque uti–
Ji imo
et quodom modo necesarivm.
(,)
Lo prueban, con que
en Jos
tresci~ntos
años primeros no hubo concilios y la l gle·
sia no pereció, sin embargl) ne las herejías con que
fué
com–
batida; que el Sumo Pn11tifice tiene la suµrema autoridad pa–
ra espedir decretns sobre materias de
fe
y
c0Rtun1bres.
EL
conde de Maistre con menl)s reparos, indira la inu–
tilidad, b11 tandole para tudo los Puntifices.
"Pero de cual–
quier modo que se c11nvoquen estas santas asambleas, no se
hallará en las sagradas esc-ritura un pasaje en favor de los
concilios, comparable al que establece la autorirlad y prero–
gativas del Sumo Pontifire. No hay ni
puede dar .e c11sa
más clara, ni mas magnifica, que
ta~
prome as contenida
n
-
[.]
L.
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de Baeu. c.
7.
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ifoio L.
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cont.
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