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asambleas, serian de d1wecho natural, a1ln cuando no 1o fuesen
de derecho eclesiastico''. [.]
i
Y lo que es de derecho na–
tural no entra en los plaAes de Dios? ¡,Quien dictó las
leye~
11aturales?
AsEOURA, ·•que los concilios
ecumenir.ostraen ¡?randes in.
convenientes"
si~
para Arrio,
y
para los detnas herejes 4ue
ueron condenados en ellus; para los Pontifices depuestos
1
para
fos abominables cismáti«os. Venga dPI Cielo S. Atanacio
y
lvigorize mi pluma para destruir sistema tan absurdo,
CREYENDO
.al conde de esperemos de tener un nuevo cón–
cilio ecumeaico.
~os
palabras : "un concilio ecum,,nico es
una quimera."
E~presinn
fuertísima, que en la biblioteca tle
telijion se pretendió suavizar c11n una nota, dando .por slno,–
nirnos, quimera
y
dificultad, siendo asi, que la diferencia es
notabilisima: quimera e- vana imajinacion, fantasia sin funtla-
111ento--dificultad, ob!ltaculo
1
u
obstaculos que se pueden supe–
rar.
i
Y
á
que viene la defensa? cuaudo el conde avanza
y
dice:
••Y
co_mo la reunion de
lo~
obispos hoy puede decirse que
es moral. . ica.
y
jengrafieamente imposibh:." Es menestei· dis–
culparle, nor 11e
arPcia de
Jo.
e
fl
o de lá lojica comuri.
Tres imposibl
fü
en: él
e afisl-co, tal e. ue una cosa
sea
y
no ea al
1
1
o tiem ; el
fi
i , n
e se r quiete
el trastorno de ocd
jen ral natural para qtl se yerifique
1
cnm11 la re urr '
Lazairo, la uivisi11n d las aguas, para que
pasasen los sra h
a~;
el moral orno
fué
el descubrimiento del
cabo de Bue11a-Es11eraaz
y
las
América~.
Juzgar, qne
hi
fb
sicamente
8t:
puede reimir un concilio, es decir que se requiere
un milagro. ¡Cuanto ciega la pasion!
H·'Y
las comunicado·
nes mas distantes se facilitan. Tres veces he estado en la
Eu–
ropa,
y
aun podia emprender un cuarto viaje con mis 66
año,~.
¿Y de donde sacó el conde, que para un concilio ecurnetü•
c o, es indispensable la asistencia Ele tqdos lus Obispos, de
lllQ·
d q
que la falta de alguno ó algunos cause nulidad
1
'l'o•
das las iglesias deben ser citadas, pero si no concurren
v~
....
rio" prelados, el concilio comenzará sus sesiones. De lo con•
trnrio, la· vo luntades privadas
fru
trarian aiunto de tanta tras–
cendencia.
Muy
p•icos fuemn los obispns , que concluyeron
e 1 concilio de Trento. Comenzó con cuatro Hzobi pos, veln-
.. t
idos obispos
y
seis legados. En esto no discordan Frao
1
Pa-
1ao y Palavicini.
(.)
o.
4. o
g