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No admire, que
yo .
diga, que
lar
c9nfes
ion auricular·ei:i
de
detech,, divino.
P ruebas
tomarla¡¡ de nue
tr.osenemigos se
tcndra11 por
mas
coovincen~es.
¿Qqe
doc~ment(j
mas· clásico,"
que la declaracion J e la duqueza
~e
Yorli..
pi'oxima
á
murir
en tiempo de Carlos
11!
Eintre las ' naznnes, que dá para ha·
ber abrazado
~a
relijion católica. una .de ellas es, que habicn·
dose prrfpuesto conforir con
lns
dos mas sabios
obisp.osde Jo.
glaterra sobre la confesioll' privada, acordes, le
dierohá
CO•
n •1cer,
que en la Iglesia de R1lma habían muchas cosas, q11e
era de desear
se
admitiesen en la Inglaterra: tal era la con·
fesion auricular, como de tradicion divina.(,jMonteagndo Obis·
p•l de Chester fue del mismo dicta1nen.
"La confosion pri–
vada al sacerdote, es de practica muy antigua en la lgle ·ia,
de exelente uso
y
beneficio, siend'' directam nte manejada.
No
la rehusamos
a
ninguno, si la solicita. Urgimos por ella
y
la
pérsuadim11s
in extremis.
La requl>!rimos en ca!lo de pel'ple·
jidad, para aquietar las conciencias de los
turb.ad<1s." [ •
l
El
Ooisp"
:Andres
en un
Sermcm sobre .el ca
pítulo 20
de San
Juan verso
23,
los pecados, que perdonareis seran perdona–
dos, avanza
as, que e l pr•Jxim1>cit1iodo Ductor.
Funda, no la
utilid ad, si la
511111,
ci q.
, No es de admlr
11,
que prelados protex.tantes se esplica•
sen así.
El arostol de la impie ali Luteró, a_d1rlitia
la cou–
fesion, como de
utílida
admirable,
y
dti;;eaba que ·Continua•
se, como se hab'
u ado.
"El homl)re aebe acusar
a
Dios,
dice, aun las faltas que no conoce;
á
su director solo aque–
llas que' conoce
y
siente en su conciencia.»
·Tamp"co el m ons–
truo Calviuo bailó dificultad en adroitir las ventajas de la con•
fesion.
Convenía en la utilidad, per•1 negaba la necesidad. Va.
cila en sus opiniones: consecuencia precisa del err&ir. Unas
veces, supone el orijen en Decio, fiinalizando en Nectario. Otras,
que no se conoció en los primeros seis. siglos
y
se introdu·
jo por el concilio de L etran. Cuando enteramente lo ciega el
diabolico furor, olvida, lo que ha dicho
y
escrito
y
en locos
trasportes declama contra este sacramento, como tirania, abo·
miFlacion, peste, tortura, invencion del Papa Inocencio
111.
No asi el seusibJe, aunque desgraciado
J. J.
Rouseau.
¡Que
obras de clemencia, esclama, son las obras del evanJelio!
iQue
reparaciones
y
restituciones no ha hech.o la cotúesion entre los
católicos!
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(.)
Appeal ch.
32.
(,)
A.l fin del v.
2
ele la historia de Calvino por Malemburg.