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g1·il.vementé atormentados; pero sí se hacen sus propios acusa·
dores, descargan la causa de toda su enfermedad.
Solamente
se les permite, solicitar cuidadosamente
á
aquel, con quien han
de confesarse.
iCuál es el carácter del fisico? Que él sea
débil con el débil, que llore con el triste,
y
que entienda la
enseñanza de Ja compasion
y
mutuos sentimientos".
(.)
"HA0A11ws aqui una pausa, dice el R. Julian Richmond. (,)
Nosotros distinguimos la confesion privada de los mas secretos
pecados. Origcnes lo escribe exacta y minuciósamente. No
menciona el remedio, como de su propia invencion, del que
habria hecho uso
y
de inconocida costumbre. Por el contrario:
Jo
que dice supone que es una practica, que ha sido Jeneral en–
tre Jos fieles
y
Jos sacerdotes. Entre los fieles, porque les re–
comienda la eleccion de un director propio,
e
indirectamente
vitupera, á los que ocurren al primero que se les ofrece. En.
tre los sacerdotes, porque les señala diversidad de capacidad
y
talentos,
y
con este fundamento la circunspeccion con que
deben proceder, cuando se ha hecho eleccion de ellos •••••
• • • • • • • Los fieles acostumbrados
á
confesar sus pecados en
secreto,
y
el sacerdote
a
oír su eonfesion". A mediados del
tercer siglo, el
jerc'ci del sacvamento de la penitencia, prac·
ticado del mis o
do gue entre
tos
Cé\tólicos
en
el diez
y
nueve.
AL
iacerdo
se e descubrian palabras, obras
y
pensa-
mientos. En eL año de 288 lo enseñaba San Cipriano. (;)
"Aunque muchas personas sean sostenidas con la fe y el te–
mor de Dios; no manchadas con el crimen de la idolatría; ni hayan
entregado las santas escritura¡¡; si algun pensamiento, de hacerlo ha
entrado eh su entendimiento, deben confesarlo con dolor
y
sin
disfraz delante del sacerdote de Dies, descubriendo su conciencia
y
buscando el remedio saludable. Cada uno debe confesar las fal–
tas, que ha cometido: 'el lograra la vida.
Su confesion, satisfac–
cion
y
perdon concedido por el sacerdote, son aceptables
a
Dios.
LACTANCIO
en
309
distinguía las sectas heréticas de
la
verdadera
I~lesia
católica, por que en esta el débil confie.
sa sus pecados,
y
es perdonado de ellos.
f:]
San Basilio es–
cribió en
379.
"Necesariamente nuestros pecados deben con-
·----·------·----·--
[.]
Hom.
2
in Salm.
37.
(,l
Amig. discus. v.
2
p.
121.
(;
Delapsis.
{:
lnst. Lib.
7.