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34

1562 recibieron como artículo de

fe

lo contenido en las

escri~

turas,

ó

lo que es una consecuencia de ellas.

¿Como me ne•

garán este segundo caso en el asunto que me ocupa?

2.

:>

Poco conocimiento tiene de los antiguos padres; el

que crea, que la confesion secreta

fué

una invencion deseo·

nocida én los primeros siglos. No es posible en esta clase de

obras reunir muchas citas. Es menester en el jardin

a~undan"

tisimo de la Iglesia, escojer Jas que parecen mas presiosas flo.

1·es. Orijenes arrebata mi atencion. No olvidemos, que es–

cribió en el año 254: ' advertencia muy util contra los argu..

mentos modernos. El dice:

"Hay

un mas severo y ar<;luo per..

don de los pecados _por la penitencia, cuando el pecador la·

ba su lecho con las lágrimas y cuando no se averguenza de

descubrir su pecado al sacerdote

y

buscar la salud. (.) A.qui

dos requisitos para el sacramento:-Contricion-labar su lecho

con lagrimas: confesion de boca-descubrir las culpas al

Mi–

nistro.

PARA esforzar este sábio Padre al cumplimiento de una

doctrina ver aderamente fuerte

y

pat'a la que es preciso, que

Ja gracia supere el rubor, que inspira la naturaleza, recuer-

- da: "En el último ?ia

t

das las cosas será

revelarlas, todo lo

que hemos c me ido cuanto hemos h•cho en secreto, una so–

la palabra, un solo

ensamientQ, tQdo sera patentizado, Pero

si viviendo, prevenimos est?,

y

venimos ' ser nuestros propios

acusadores, b'm·laremos el designio ddl

ia~lo

'en acu

r~arnos.

Por eso el Profeta dijo, acusémnnos

á

nosotros miemos".(, )

Es.

plica, lo que padecen aquellos, que tienen los estómagos car·

gados con humores y alimentos indijestos. Aplica á esta ma·

teria su comparacinn:

"Los que han pecado, si ocultan

y

re·

, tienen los pecad11s en sus pechos, son gravemente atormenta·

dos, pero si llegan

á

confesarlos, descargan la causa de su en–

fermedad: esto Jo considerará cuidadosamente el que se con.

fiese".

(; ) Cuasi con las mismas palabras se esplica en otro

lugar:

"Observa, que la divina escritura nos enseña

1

que no

debemos ocultar interiormente nuestros pecados. Como aque.

Jlos, que estan sobre•cargados con alimentos indijestibles

y

hu·

mores, si vomitan, en el instante se alivian; asi aquellos que

han pecado, si ocultan

y

retienP-n los pecados en su pecho son

[. ]

Hom.

2

in

Lev.

·

(,]

Hom.

3

in Leu.

[;]

Hom.

l.

o

in

Num.