Table of Contents Table of Contents
Previous Page  37 / 214 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 37 / 214 Next Page
Page Background

31

luz. Es

1a

fuente de donde vienen los dones buenos:

la

Cll.•

nónica de Santiago nos lo dice.

(§§)

YA que no poseo la elocuencia, disminuiré ·el fastklio con

el método.

Dem<'straré~

l.

o que la confesion auricular tiP ...

ne un orijen divino: 2. o que esto

fué

reconocicfo J)(lr los SS.

PP. antiguos: 3. o que la confesion

á

solo Dios, no es sufi.

ciente, sino en caso de absoluta necesidad, cual es la falta de

Ministi-o: 4.

0

que

á

la confesion pública, precedia la priva.

da~

5. o que justamente se prohibió, p•>r los grandes incon–

VeAientes que resultaban de ella.-Este es el plan que me pro·

pongo dcsemp fiar.

.

l.

o LA 'gran prueba, que tomo es de San Juan

(º)

"Si

confesamos nuestros pecados, J. C. es fiel

y

ju to para per•

donarlos

y

limpiarnos de toda iniquidad". Que aquí habla .il

discípulo amado de la confesiou hecha al Ministro es induda.

ble. Demostracion: si se refiriera

á

la que se hacia a sol11 J.

C., el evanjelio y la carta estaban en contradicion. ¿Con qué

objeto habría dado el Salvador la potestS;d

a

los

~póstole.

y

en ellos

á

t os sus succesores hasta el fin <lel mund11, para

atar

y

desat11r, perdonar

ó

deten r

1

perdon?

~,)

lQuien orur.

riria al sacerd t

i

olll ba ante h illarse- ant-E Dios? Es-

to era mas

f8

i y

no vergonzoso. La juris iccion apos•

tóhca, no tenia ca

n que ejel

'citar.se

. En a ley natural

y

Moisaica eran ).lfroien s el

arr11penfimi~nto

y

el sério propó.

sito de la enmiénCfa. El

S~~

Supremo ofendido no exijia mas.

Con eJlo, lo manchado,

qu~aba

tan limpio como la bl!!nc&

lana

y

la cristalina nieve. Los Profetas hablaron de un mo–

do en lo antiguo;

(Vir}

los evanjelistas

y

los PP. de otro dis•

tinto en la ley nueva.

LA confesion debe ser jeneral de todos los pecados, pues

todos ellos se han de perdonar. ¿Y el pecador por si s1Jl11,

puede hacer una buena confesion, reconocerlos, y apreciar

~u

gl'avedad1 Natám tuvo que recor<lar a David de su crimi. ·

nal sueño,

ro:I:k)

Daniel

a

Nabucodonosor sus delitns.

(1111>

La

necesidad de la confesion nace de su institucion, dice un m derno.

¡

§§]

Cap.

l.

0

v.

5.

o

1

cap.

1 9.

~~!

Matli.

c.

18

v.

18,

Joan c.

20

v.

73.

r

lsaias c.

44 22.

[~~

R eg.

2

cap.

12.

(1111)

Dan. cap.

4

°.