152"
el número
de ·
personas, que se dediquen
a
lós
altares.
En
cuanto
á
la disciplina accidental, negar el poder al . imperio,
es intento temerario.
Por mas que censure el Sr. Moreno
á
F1·bronio su doctrina es Ulla regla
sábi~.
In accidentalibus
ltis disciplince articulis, etian non consentiente 1·omano Pont'ifi.·
ce, potest aliquid inmutare, et ad pristinam morem reducere.
(.)
LA opinion del Sr. Moreno, no es la de Maistre; mas
bien este se acerca
a
las mias.
"La union del imperio
y
del
sacerdocio, en diferentes grados
y
con diferentes formas,
fué
siempre demasiado ·jeneral en el mundo. para que no la ten•
gamos por divina. Entre estas dos cosas hay una afinidad
natural: es preciso, que se unan
ó
se sostengan. Si la una
de ellas se retira, la otra siente su falta.
Y
esto mismo
á
ayuearse los exoita." No es el aislamiento del señor Mo-
reno.
.
RocABERTI escribió once volumenes sobre Ja autoridad del
.J>apa.
¡,Que diría cuando son tan pocos los textos? Bclar–
mino confiesa, que despues de S. Gregorio VII, diez
y
ocho
Papas intentaron deponer
á
los reyes. Aun no estaba satis–
fecho Si o V. con sus
pjnio es. Le desagradaba, que sos·
tuviese s la ente la potestad inairecta sobre la
temporal. La
obra de B mbaú
ex-Jesuita sobre la infabilidad del Papa
y
su autorida
e.o lo
temporal
fué
mandada quemar por el
Parlamer,to
<I
aTis en
J
757
Se e cribe, que los Jesuitas
enseñaba
en Clermont, que
!@
P· pa
eran tan infalibles co–
mo
J.
O. Defensores irracionales del trono pontificio, yaca–
lorados enemigos de ese trono: unos
y
otros lo son de la
Igle~
sia.
Es de su interes, que solo existan aquellos cuerpos re.
gu lares, que traigan provecho
á
la republica. (,)
U
na pie–
dad mal entendi<la poblaría los claustros, desola.ndo las ciu–
dades. Es de su interes, que con el aparato de ofrendas no
se molesté á los ricos, ni se desnude
a
los pobres. Que n<>
se erijan mas templos que los necesarios
y
esos dotados. Que
-----
[.]
Lib.
3
cap.
4.
[ , ]
Tengo escrito un tratado sobre la reforma de regula·
res, que iba
.
á
ltacer imprimfr
el
Ilmo.
Sr.
D. D. Jorge Be–
navente, nuestro ultimo dignisimo p1·elado-La muerte nos ar·
rebató un pastor que reunía la piedad, la justicia
y
la pruden·
cia.
¡Qué gmndes planes tenia meditados! Providencia infi·
nita,
~o
me ltumillo
y
venero tus altos decretos.