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onmi studio, properernus, nam quocl trecentis placuii. epücopis,
niliit aliad estimrmdum est, quam Dei sententia; presertim cum
in tanto1 wn virorium m~ntibus, i~tsidens Spfritu~-~an~us, divi–
nam volttntuten1¡ aper,1J~rit. No vmo de l<;>s' her~jes. la parte que
t omó el imperio eo, las cosas edesias~icas; fué por utilidad de
Ja relijion y con expreso .consentünientQ de los , Obispos mas
santos. • ,
Esc;n1no con ·tanto placer, cuando estoy penetrado qe la,
vei·dad y la justicia, que necesito de grande esfuerzo, para no
dilatanne, hasta el g rado de. hacerme molesto por 19, difuso.
En el concilio Constarltinoµolitano primero, s~ tlja\9, c;l.e la res.
titueion de San Grego1·io Nacianceno a su Iglesia, us,urpada
por Máximo Cynicio, protejido por el Obispo Pedro' Alejan–
drino. (. ) El presbítero Gregorio desoribe el acto: rasgo ad–
mirable, y muy adecuado a la cuestion, que nos ocup,a. Pon–
tijicem Greg orium pro eo al la.boribus i.llius dignum ,e,;at, lw–
norifice accepit, protix i<Jrique atloqu,io, suq,m erga ewn benevolen7
tiam, anirnu¡,ue alaeritatem declaravit; ac postremum Ju:ec ad
eum verba ltd,buit,,, Oh Pate1', Deu tibi, tuisqiee s·udJJribus ecle,
siam commitit. tt sae m mde t;t tfir·o trado. ( , )
SoLICI'l'q Euiiq es la proteccion de . El y' Nes.
torio. y los mu ~irnos Obis os que la , no impidie..,
1•011, el que fues con enad s y proscriptos. Triunfó la fé
Ortodoxa en lo eoncíl1os. ¿En oada l11tluyeron los Empera–
do1•cs7 En lllUC 10, en mucfü,>. Hubo Emperadores Arrianos,
é Iconoclastas. ~o solo Leon Isaurico, tambien otros, ¿Pero
contra esas herejjas, no vmo el remedi o del mismo trono?
¿LtJs sobiera¡\Os no fue1•on los que pusieron el mayor empeño
en per oguir á los enemigos del culto de los santos? Permí;
tasemo, que diga, que manifestaron mas activo celo, que los
mismos Papas.
CoNTRA.DICESE el autor en un mismo· parágrafo. Habla
de la prutecc1on que solicitaron los herejes de los .Emperado-
1·es del Oriente y acto contínuo asegura: "Que el que acome–
tió primero esta empresa fué Marsilio de Padua al comenzar
el siglo XI V. No confundamos las ideas. L a autoridad secu–
lar en Jo extemo de la Iglesia, subsistió, hasta quP, la ignoran–
cia de los laicos, dió vigor á Jos fa lsos principios., de los que
quisieron erijir á Jos Papas en Dioses, y que á su poder es-
(.) Can. 3.
O Van-Spen in sin O. l j'ttrztm 5~ 4. ,•