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~erdaderos
cat61icos han ocurrido
á
la lüérza armada. Con
este motivo, asienta este principio: "El estado no esta en Ja
Iglesia, sino la Iglesia en
el
estado, es decir, en el romano
imperio. En su consecuencia, no hay sobre el Emperador sino
Dios solo, que ha hecho al Emperador)). (.) Compárece e a
doctrina ciertamente espiritual y santa, con el rasgo de Be–
larmino en que refiere, que despues de S. Gregorio VII diez
y
ocho Papas intentaron deponer
á
los Reyes. Recuerdese que
ese mismo S. Gregorio VII engreído con las humillacil)nes que
hizo sufrir
á
Enrique I,V amenazó con la misma usurpada po–
testad
á
Felipe de Francia.
SERIA indispensable escribir no un volumen, sino muchos,
si se quisiese reunir tl)das las razones que han ten ido los so–
beranos, para sujetar las bulas
y
breves al reconocimiento de
los majistrados, antes de darles curso.
Son rnuchas las obras
á
que puedo remitirme. Siendo mi objeto Ja mas pronta y
fá–
cil ilustracion recomiendo la lectura de nuestro D. Diego C•l·
· barruvias (,)
y
del Señor Sal adb. (;) ¡Que sensible me es,
que nuestra juventud desprecie estos nombre. ,
Y.
se tengan por
poco literatos,
lo
que no citan autora nuev9s
y
poco cono–
cidos! Estudiar s
re es e interesantisimo puntv á D. Jeró–
nimo Ceballos (: ) se tiene por cho· el'a d<j rigl)r, cuasi de–
crépitos.
¿No es
sto del gu to del dia'f Pues es fácil com•
placerlos.
CoMPARESE la historia pontificia con la profana
y
se ha·
Uara el constante abuso de Jo espiritual, santo
y
piadoso,
a
las negociaciones políticas, intrigas de gabinete, aumento del
dominio temporal, asensos y establecimientos de 111s
sobrinos
de los Papas.
lmpongase silencio en estas materias, que so.
lo se tocan por Jansenistas. No seamos líbres por J. C.
y
en J. C.
Si no sufrim11s la circunsicion corporal, sujetemo.
nos.
á
la del
Espírit~.
Volvam•>S
á
l11s sigfos de grosera ig-.
norancia. Ardan la Alemania y
la Italia con armas y ex–
comuniones. Destruyase la Francia co_n la Liga.
Solemnize el
S. Rartolomé con luminarias.
¿Se quiere esto?
Pues Jos Ame.
ricanos no Jo quieren por que es contrario
á
la voluntad de un
Dios bueno y justo.
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[.]
Lib.
11
p.
458.
[,]
P.
Q.
35.
[ ;·J
De Sápha. cap.
8
y
13.
~
:J
Prolog. Tom.
5.