-52-
hipocresia, porque
tal
era el 'gran result:ulo social
y
rclijioso
de
propuganda.
por el terror, base fundamental de la Santa Inquisícíon. (1)
De vuelta en el Cuzco en compañia de su protector, Moyen se había.
asilado en la aldea de Urcos, 8 leguas distante de aquella ciudad, ignoramos
(1)
Deciale en efecto el ingles católico
al
frances hereje: "Que no se metiese a h.¡>blar
de
aquellas cosa& en
esta.
tierra donde habia.Inquisicion; que los
deja.aecon
el purgatorio
y
con su
came
y
pescado; que hiciese como él, que iba
a
oír misa.
todO!I
loa dias a.laa
seia
de la
mafíana."
Moyen, accsado en
Lima
por el interrogatorio de los Inquisidores, tuvo
1&
debilidad
de
hacer
aquella.a inútiles revelaciones, que equivalían a.
un
denuncio y por consiguiente
a la.
ruhu.
del pobre sombrerero.
Este
industr.iaJ.
era.
sin
duda. el ingles de que hablan en su
Menwria secnta
Ulloa. y
Juan
(páj.
587)
presentándolo como el inventor de los 1embreros de
lana.
de vicuña,
que
tnn
en voga estuvieron a mediados del siglo
XVIL
JJon (}u.íUermo
había
guuda.doestrictamente
el
8ecreto de
BU
invep.cion, segun aquellos autore8; pero no sabemos si su
indi8crecion con Moyen le permitió eeguir fabricando sombrero:;¡ y oyendo
misa.s
postizas
a
las
w
de
la.
mañana.
Esta anécdota
ilustra,
sin
embargo,
una
f~
muí poco dilucid;IDa Ele
1011
beneficio~
que
produjo el
Santo
Oficio en
la.lJsociedades
cat6lica:s,
~-decir,
el
hábito
de
la
reserva.,
la
ta.citurnidad,
la
desconfianza
(y
librenoa Dios de que en esto aludamos a
ninguna
mauifest&cion de
la.
manera de ser tradicional de nuestra sociedad); y lo que era mucho
mu
grave,
la
hipocresía de
lru~
costumbres. "Se habla mucho, diee snbre esto mismo
un
profundo observador moderno, (el malogrado euanto ilustre Buckle) de los que perecieron
por el fuego de
la
Inqui8icion; pero 8abemos muí poco de aquellos mucho mas numerosos
que delante de
la
amenaza. de
la
persecucion han sido
ro;r~trados
a.
una
a:pllirente abjura.–
cion de sua verdaderas c-reencias, y que arrastrados a una apostasía que detestaba su
corazon,
han pasado el
résto
de
!JOS
días en una humill.a;nte y no interrumpida. hipocresía.
Bé
aqui
la véid&dera
maldicion de
las
pe:r!ecuciones relijiosas, porque
loa
hombres, obli–
gados a
diafra.zalo
I!U8
pensamientos, se forman al fin el hábito de obtener su tranquilidad
por medio de
la.
falsía y de comprar la. impunidad con
él
engafio."
(Ilistory
of
Civilisa–
titm
m
England,
by
II. T. Buckle;
t.
1,
páj.
136.)
I
sin
embargo
de
estas
profundas verdades, cuya comprobacion ha. podido verific-ar
cualquiem que por
un
solo
wa
haya v
:isita.dola
Españll,
el
prebendado Saavedra, guiado
por el
faúeu'r
lk
lílwtJJ
Ca.pefigue, se atrave a sostenEtr que
la
Inquisicion, sfmbolo de
la.
Tezgiienza
de España bajo Felipe
TI
y bajo Fernando
VII,
fué el
pall.adium
de
su
pa.trio–
timlo
y de
BU
independencia.
"Ah
nacion 63pañola
esclama.ba.,
sin
embargo, en estadista.
chíleno, cnya. ortodojia. no será SO!!pechosu. para. nadíe (donMariano de
Ega.ña)
al leer
8118
horrores en un libro que el prebendado Saa.vedra ha leido en el mismo ejemphr que nos–
otros.
Oh
nacion española!
borron
y
afrenta
lk
cuantas kan
wistido.
Estas
doctrinas
(_las
que tanto alaba y defiende el señor Saa.vedra) debia.n conducirte
al
brillante estado en
que te
haJlas
hoi
y
te
hallaras
todavía por muchos aiíos!"
"Por enormes que fueran las pérdidas materiales de la España, dice
trn
elocuenle e:;.,
eritor frailees (M. Coquerel) hablillldo de
la
espulsion de los judios
y
de los
m~
(om
esclusiva
de
la
Inqnisicion), eran aquellas,
sin
embargo, de
poca
eJltidad, compa-
• radas con
el daño moral que
la
Inquisicion atrajo a la España.
Al
propio tiempo que
ella
mataba toda
actividad en
el
espíritu
y
toda. libertad
un
el pensamiento,
dcgradiJlba
les
~aráttn"e3
por
la
i.R.jlueneia
lkl
krrrYr,
que
es
el
mas
l"il
de los
estímulos
que puedan
ajitar
el
alma h!IIllAna. Sus espías.
y
sus
esbirros re
enOOhtraban por todas
part.!e,
y
como
perteneeirul
a todas las clases socholes, transfonuab:m
la
lilA»
vergonzosa
delncion
en
UDa
verda<fera ·imli,fu:ioo socia7.
Mas de
un
fi<>ro cas\ellano bnlio.
d~
reoignal'Se
n este